¡Pon a punto tu coche antes de salir de viaje!
La puesta a punto del coche no suele encontrarse entre las prioridades de los conductores al planificar un viaje, aunque resulta fundamental para ganar en seguridad y disfrutar de un desplazamiento sin problemas. Un informe del RACC desarrollado en 2009 revelaba que casi un millón de automóviles se averían en las carreteras durante el verano como consecuencia de un mantenimiento deficiente y la subida de las temperaturas.
La DGT revelaba en el año 2011, através de un reportaje, que la media de edad del parque automovilístico español se encuentra en torno a los diez años. Este envejecimiento incide en la seguridad vial, puesto que duplica el riesgo de accidente, así como en el medio ambiente, ya que se traduce en un incremento de un 20% sobre el índice de consumo y contaminación. Además, un coche con más de una década de antigüedad tiene el doble de posibilidades de sufrir un accidente que uno nuevo; y si tiene catorce años la probabilidad se triplica.
Elementos a revisar
Los datos se traducen en que sea casi obligatorio para el conductor llevar a cabo un análisis del vehículo, en un taller de confianza que ofrezca un precio ajustado. Esta revisión es independiente de las que deben efectuarse cada dos años, o su equivalente en kilómetros, y que sea un coche nuevo que aún no tiene que cumplir con este trámite; sobre todo si se trata de automóviles que superan los diez años y que presentan, por tanto, mayor riesgo de averiarse y no soportan las fuertes temperaturas veraniegas.
La puesta a punto no sólo aborda la revisión de los niveles de aceite, el estado de los neumáticos y la suspensión (a través del chequeo de los amortiguadores y muelles) sino también la de muchos otros puntos como son el filtro del aire y las bujías, así como el sistema de encendido y la carga del aire acondicionado. Además, también verifica los niveles del líquido limpiaparabrisas, el estado de las escobillas, el desgaste de los frenos, la comprobación de la batería y la limpieza de sus bornes.
Junto a la supervisión de los elementos de seguridad se deben tener en cuenta otros complementos que debemos llevar siempre en el automóvil, como son los triángulos de señalización, los recambios para las luces, los chalecos reflectantes, la rueda de repuesto (que debe presentar un buen estado) y las herramientas para un posible cambio en caso de pinchazo.
¿Cuánto me va a costar?
Entre las razones por las que los conductores no realizan la puesta a punto del vehículo están la desidia y la crisis económica, que ha reducido de forma importante las visitas al taller. El precio suele ser en muchos casos otra de las razones para no acudir a realizar la visita oportuna.
Para ahorrarse dinero, que resulta especialmente importante en las vacaciones, se debe hacer un recorrido por varios talleres de confianza y pedir presupuestos. Internet es también una buena manera para encontrar ofertas de puesta a punto.
Con los precios en la mano, lo más aconsejable es realizar una comparativa y valorar cuál es el más económico, siempre que garanticen los mismos servicios y términos de calidad. A veces, lo que en un principio es un desembolso mínimo realizado única y exclusivamente para garantizar un viaje tranquilo se convierte en una gran factura ante la necesidad de cambiar neumáticos, filtros, aceite, la batería, las pastillas de freno, así como muchos otros imprevistos.
En estos casos, lo más aconsejable es valorar si compensa asumir la reparación o si, en el caso de vehículos de más de 10 años, se cree que la opción más inteligente es la de retirar el coche y adquirir otro. Si el presupuesto se sale de cuenta, siempre se puede recurrir a pedir un préstamo sin que se vean perjudicadas en exceso las vacaciones o la libreta de ahorro.
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