¿Qué coche me puedo comprar?
La adquisición de un vehículo supone un importante gasto en cualquier coyuntura económica, especialmente en una situación de crisis. Por ello, es conveniente que antes se tengan en cuenta todos los aspectos, incluido el de la depreciación, un elemento en el que no solemos caer .
El primer paso es tener claro el presupuesto del que se dispone, intentando que la horquilla sea amplia, y después ser muy rígidos. Lo habitual es pasarse de los cálculos iniciales. Para evitarlo en la medida de lo posible, resulta útil hacer un trabajo de campo sobre los modelos que nos interesan. Internet, revistas especializadas y puntos de venta son los medios idóneos.
El presupuesto debe incluir también los gastos fijos, algunos de los cuales se satisfacen en el momento de la compra, como los impuestos (IVA y matriculación), y otros que se pagan anual o mensualmente, caso del impuesto de circulación, la financiación, seguro obligatorio, consumo de combustible, revisiones, mantenimiento, averías.
Una vez tenemos claro el presupuesto, es hora de tomar la primera decisión sobre el tipo de vehículo que vamos a comprar: vehículo nuevo, de ocasión o de kilómetro cero. Esta última opción se trata de un modelo nuevo matriculado a nombre del concesionario o una empresa, pero es importante asegurarse que no tiene kilómetros hechos.
La decisión se ajustará a las necesidades de cada usuario y al uso que se le dará: tipo (turismo, todoterreno…), tamaño, carrocería (familiar, berlina, monovolumen), número de puertas, equipamiento, combustible (gasolina o diesel), motor.
Llega el momento de visitar concesionarios. El primer consejo es realizar un muestreo para consultar el precio que piden por un mismo modelo. Los concesionarios tienen unos márgenes que emplean según sus intereses y juegan con ellos a la hora de aplicarlos a sus clientes. Por eso hay diferencias entre unos y otros.
A partir de ahí, el comprador tiene que lograr el mejor equipamiento y negociar una buena financiación. Hay que informarse bien de todas las condiciones que propone la financiera de la marca y compararla con las que dan otras entidades financieras para conseguir el mejor acuerdo.
En caso de dejar el coche viejo que tenemos, hay que asegurarse de que nos den un precio adecuado y que repercute como descuento en el nuevo vehículo que adquirimos. Acudir previamente a un tasador es muy provechoso.
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