Alquiler de coche con opción a compra
Frente a la habitual forma de comprar un vehículo, la crisis está provocando en Europa que las empresas automovilísticas potencien otras maneras que hasta hace no mucho eran minoritarias, abriendo así nuevos mercados para captar clientes. Una de las que mayor auge está teniendo en los últimos años es la del alquiler de vehiculo con opción a compra. Este sistema se está imponiendo en todo el continente, aunque en España es aún muy novedoso.
Un estudio a nivel europeo que recoge El Observatorio Cetelem sobre ‘Los jóvenes y el automóvil’ revela que no se adquieren vehículos nuevos entre el colectivo de jóvenes menores de 30 años debido a que su poder adquisitivo les limita, sin embargo se mantiene la necesidad de disponer de un coche para moverse con libertad. Por ello, la tendencia al alquiler cobra cada vez más sentido.
Aunque en este país existe un arraigado concepto de propiedad, los jóvenes consideran que el alquiler a largo plazo es ventajoso respecto a la adquisición. Una gran mayoría valora positivamente que aspectos como el mantenimiento, las revisiones y averías estén cubiertos por la compañía arrendataria, y también el importante ahorro que supone respecto al desembolso inicial al comprar un coche.
La gran ventaja de esta novedosa fórmula es que el cliente tiene la posibilidad de disfrutar de un vehículo nuevo por un periodo de tiempo concreto, pagando unas cuotas mensuales asequibles. Y si lo desea, al término del contrato puede quedarse con él o estrenar otro en la misma modalidad.
Otra ventaja es disponer de un automóvil con la última tecnología, conducir los modelos más recientes y despreocuparse por su depreciación, pagando sólo la parte que corresponde a su uso. Añada que puede negociar con la empresa las condiciones sobre límite de kilómetros a realizar, las cuotas y el precio final si decide quedarse con el coche.
El inconveniente surge cuando el usuario quiere cambiar las condiciones del contrato antes de la finalización del mismo, ya que se traduciría en afrontar un gasto importante que no compensa.
Otra de las condiciones que oferta el sistema de alquiler es la modalidad leasing, una opción distinta que adaptada sólo a empresas y autónomos, nunca a particulares. Ambos colectivos pueden financiarlo completamente, sin necesidad de dar una entrada, y con un tratamiento fiscal favorable en el Impuesto de Sociedades o el IRPF.
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