Gastos vampiro: qué son y cómo identificarlos y evitarlos
No están las cosas como para pagar más de la cuenta. Los precios están por las nubes, pero a veces la falta de planificación o control nos puede llevar a tener gastos mayores a los previstos, y que éstos desestabilicen nuestro presupuesto. Es el caso de los gastos vampiro, una amenaza siempre presente en la economía doméstica. Veamos lo que son y cómo nos afectan.
Qué son los gastos vampiro
Los gastos vampiro son esos gastos inesperados porque, a pesar de pertenecer a una partida fija, no están previstos en el presupuesto cuando las facturas se disparan. Unos gastos que suelen estar relacionados con los suministros de la vivienda. Es decir, el agua, la luz, el teléfono, o incluso los gastos imprevistos en el vehículo o en los electrodomésticos, por averías sobrevenidas.
Características de los gastos vampiro
El impacto de estos gastos, cuando la subida nos coge por sorpresa, suele ser más grave en comparación, por ejemplo, a esos otros llamados gastos hormiga, que por definición son pequeños y prescindibles. Los gastos vampiro, en cambio, no pueden predecirse ni podemos prescindir de los servicios que los generan, y afrontarlos implica un problema contable o de liquidez.
Cómo evitar estos gastos
Para poder evitar este tipo de gasto es recomendable revisar periódicamente las instalaciones de gas o luz en la vivienda, así como de cualquier electrodoméstico, y también los vehículos. El mantenimiento es la mejor herramienta para neutralizar los gastos vampiro. Y desde luego, consultar y analizar también los contratos de los suministros, para que estos se ajusten a nuestras necesidades y no pagar más de la cuenta.
También es aconsejable, además de elaborar un buen presupuesto familiar, contar con un fondo de emergencia. De este modo, podremos cubrir tanto los gastos habituales y previstos de antemano, como hacer frente a imponderables que puedan complicar nuestras finanzas domésticas.