Ahorrar no es fácil. Requiere un esfuerzo sistemático y constancia, y aun así los imprevistos pueden complicar a menudo la consecución de nuestros objetivos. Por ello conviene ser cauteloso y evitar al máximo las situaciones o decisiones que pueden mermar nuestra economía y que a priori eran perfectamente evitables. Por ejemplo, las frecuentes infracciones que cometemos como conductores y también como peatones, y por las que podemos ser sancionados y obligados a pagar la correspondiente multa. Veamos algunas de esas circunstancias.
Hay infracciones que de tan evidentes no las comentaremos, como es la de circular en coche sin carnet de conducir o llevándolo caducado, sin seguro o sin haber pasado la inspección técnica del vehículo. Por no hablar del uso del móvil al volante. Pero hay otras muchas en las que no solemos pensar por infrecuentes o improbables, pero perfectamente factibles y también sancionables.
Cualquier maniobra que las autoridades puedan considerar como temeraria, y que incluyen desde frenazos o acelerones, marcha atrás en tramos largos o incluso aparcamientos en lugares muy transitados, pueden conllevar multas de hasta 500€ y la consabida quita de puntos del carnet.
Y si tenemos prisa la cosa se complica, pues no solo el exceso de velocidad es punible, sino que pueden sancionarnos por usar el carril de alta ocupación yendo solos en el coche, o el carril bus o de taxis, aunque sea unos metros, y desde luego si utilizamos el arcén para evitar el atasco.
Llevar la matrícula en mal estado conlleva multa (no llevarla puede suponer la inmovilización del coche, además de la sanción), y ponerle adhesivos o dibujos es una de las razones por las que seremos multados.
Pero aún hay más. Al volante hay que ser cívico, y lanzar una colilla o cualquier otro objeto: pañuelo, envoltorio, o incluso escupir por la ventanilla será sancionado, y la multa puede superar los 200€. Igualmente deberemos pagar una multa si usamos el claxon sin motivo. Y más cerca de un hospital.
Molestar al resto de conductores también está penado. Así, adelantar a un vehículo pegándote mucho a él cuando te colocas delante puede ser motivo de denuncia si lo ve un agente y así lo considera. Y también si aumentamos la velocidad cuando vamos a ser adelantados. Son conductas temerarias que pueden provocar un accidente y, por lo tanto, punibles. Igualmente está mal no ceder el paso a otro vehículo cuanto este último tenga preferencia, o aparcar en segunda fila y entorpecer el tráfico, no llevar luces cuando la visibilidad no es buena, etc. Cosas bastante lógicas, por otro lado.
Infracciones de bicis y peatones
Las bicis y los peatones no están exentos de cumplir las normas, y si las infringen serán igualmente sancionados con multas económicas.
Las bicis deben respetar las normas de circulación, ya que van por la calzada. De hecho, por ahí deben ir, y si no hay carril bici no significa que puedan ir por la acera. En tal caso, el ciclista será multado. Igual que si circula por zonas peatonales. Un peatón va a pie, no sobre ruedas.
Los ciclistas también pueden ser sancionados si no llevan alumbrado cuando hay baja visibilidad. Y además es una inconsciencia hacerlo, pues es necesario para su seguridad y la de los demás.
Pero los viandantes tampoco se salvan de las infracciones. De hecho, pueden ser sancionados incluso si atraviesan la calzada extremadamente despacio, aunque sea por un paso de cebra, sin razón justificada. Se entenderá que están entorpeciendo la circulación de manera voluntaria. La multa puede rozar los 100€. Igual que si cruzamos la calle por un lugar indebido o con el semáforo de peatones en rojo. Y desde luego si el peatón provoca un accidente por caminar por la calzada, será sancionado en consonancia a su acción y la gravedad de las consecuencias. Por calzada se entiende también el carril bus, el VAO o el carril bici.
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