Conoce el Carsharing, la nueva alternativa de movilidad urbana
La movilidad en las grandes ciudades es uno de sus grandes problemas que se ha tratado de solucionar en los últimos años con diversas medidas: aumentar el servicio de transporte público, fomentar su uso entre los ciudadanos, apostar por medios ecológicos como las bicicletas o el coche eléctrico. Y encaminado para lograr espacios libres de automóviles, más peatonales y ciudades más limpias.
Pero en los últimos años ha aparecido una opción distinta que ha revolucionado el panorama de la movilidad urbana y se presenta como alternativa a la congestión de las ciudades: el carsharing. Se trata de una nueva modalidad de negocio en el que una empresa pone a disposición de los usuarios una flota de vehículos en distintos puntos de la ciudad para su alquiler por unas horas. El contratante sólo paga por los kilómetros realizados y el tiempo de uso.
El carsharing está dirigido a aquellas personas que utilizan el coche de forma puntual o hacen menos de 12.000-15.000 kilómetros al año. Cubre las necesidades de particulares que no quieren asumir los gastos que supone adquirir un vehículo nuevo: seguros, impuestos, combustible, mantenimiento, ITV, etc.
Efectos positivos
- Reducción del nivel de emisiones contaminantes y de combustible. Hay menos vehículos en circulación por las ciudades y éstos son más nuevos y eficientes. Se calcula que se podrían retirar de las vías unos 60 millones de coches.
- Permite un ahorro importante para nuestra economía doméstica; disminuyen los gastos por desplazamiento. Según la consultora americana de movilidad Team-Red US, se consigue ahorrar entre 115 y 325 euros al mes.
- Incremento del uso del transporte público, labicicleta o caminar.
- Libera espacio para los ciudadanos; cada coche que no circula por ciudad deja libre una superficie de 15 metros cuadrados.
Aspectos negativos
- Distribución de la flota. Su ubicación debe ser la más adecuada, sobre todo en los puntos de la ciudad donde el servicio esté más demandado. El problema es su devolución al mismo sitio donde se ha cogido, lo que restringe la movilidad.
- No tiene la inmediatez del sistema de las bicicletas. Las empresas intentan agilizar el proceso para que el cliente accede lo más rápido posible al carsharing pero aún no se ha equiparado al servicio de alquiler de bicicletas (Bicing).
- Precios ajustados. Por el momento hay una percepción de que resulta más caro que otras formas de movilidad: taxi, vehículo propio, transporte público.
- Arraigo al coche privado. Se necesita un cambio de mentalidad de ciudadanos y administraciones públicas para que opten por un sistema de transporte diferente.
Implantación en Europa
El carsharing va camino de convertirse en todo una revolución en el panorama de la movilidad en las ciudades y en uno de los sectores más dinámicos y rentables de la industria automovilística. De ahí su fuerte implantación en países como Suiza, Alemania, Holanda o Estados Unidos (en 2010 superó el medio millón de usuarios con una reducción de 480 mil toneladas de gases contaminantes), y ciudades como París, Stuttgart o Londres.
En estos lugares han surgido empresas muy potentes, como Zipcar con una flota de 8.000 vehículos repartida entre EE.UU, Canadá y Reino Unido, que ofertan un servicio al que también se han unido fabricantes de coches como General Motors, Ford, Daimler o BMW.
Algunos estudios sitúan para 2016 el número de usuarios de carsharing en 5,5 millones en Europa y en 4,5 en Estados Unidos. Mientras que la consultoría Frost & Sullivan revela que para 2020 en el Viejo Continente habrá más de 15 millones de personas que usen este servicio.
El carsharing en España
En España su implantación es aún menor, pero su desarrollo es progresivo. La oferta de empresas que disponen del servicio de carsharing es amplia (Connect by Hertz, RespiroMadrid, Bluemove). La mayoría de ellas se mueven en el ámbito local, con una concentración en las grandes urbes, aunque se van imponiendo también en las ciudades de menor tamaño.
El paso mes de junio se celebró en Barcelona la II Conferencia española del carsharing bajo el título ‘El presente y el futuro del carsharing en España. Puntos fuertes y puntos débiles’, de Josep Sala. En él se ponía de manifiesto que, desde la implantación de este novedoso sistema, las familias han reducido el número de coches en su propiedad, pasando de 473 por 1.000 hogares a 240.
Además, ha fomentado el uso de del transporte público (46 por ciento), la bicicleta (10 por ciento) y la marcha a pie (26 por ciento), con una disminución del 70 por ciento en los costes de movilidad y un 40 por ciento menos de kilómetros recorridos.
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