Actividades extraescolares, ¿cuáles son las más beneficiosas para nuestros hijos?
Las actividades extraescolares tienen que ser un complemento a la educación, que les ayude a superar algunas debilidades y también a descubrir nuevas habilidades. El objetivo es que los niños disfruten con lo que están haciendo y les sirva para mejorar conocimientos. Se trata, en definitiva, de que aprendan y que, al mismo tiempo, se diviertan.
Beneficios de las actividades extraescolares
- Favorece el contacto con otros niños.
- Desarrollan su interés.
- Fomentan sus habilidades y autoestima.
- El niño aprende a trabajar en equipo y a organizarse.
- Estimulan la sana competencia.
- Les ayuda a tomar decisiones y asumir responsabilidades.
Respetar sus deseos
Para que se sientan a gusto y felices con las actividades extraescolares resulta fundamental tomar en cuenta la opinión de los niños. Hay situaciones en las que para la elección de una u otra actividad se impone el criterio de los progenitores en contra de los deseos de los más pequeños. Y aquí empieza el primer paso hacia un fracaso (casi) seguro.
Los expertos recomiendan cumplir los deseos de los niños, asegurarse que están motivados con las actividades elegidas. Para ello hay que tener en cuenta su edad, las circunstancias, habilidades y carácter de cada pequeño a la hora de decantarse por una u otra; es decir, lo que a uno le gusta y le supone poco esfuerzo, a otro le disgusta o le cansa más. Y lo que en un principio está pensado para motivarle puede llegar a ser una carga.
Es conveniente que los padres les muestren distintas actividades extraescolares para ver si escogen alguna y observar cuáles son las que le motivan. Para tener una idea más clara se puede hablar con sus profesores y con otros padres, para conocer su experiencia, antes de tomar una decisión.
Cuál elegir
Hay infinidad de posibilidades tanto dentro como fuera de los centros escolares: teatro, música (guitarra, piano, canto…), baile (clásico, moderno…), deportes (fútbol, baloncesto, artes marciales, natación…), pintura (dibujo), informática, idiomas, …y un largo etcétera. Para cada niño hay una actividad recomendada. Así, además de tener en cuenta los deseos de los más pequeños, hay que valorar la personalidad de cada uno.
- Niños activos o agresivos. Se les puede apuntar a deportes (fútbol, baloncesto, balonmano…). Se trata de que realicen actividades que les suponga un desgaste físico y les permita dominarse en determinadas situaciones en las que haya tensión.
- Poco activos. Es ideal la práctica de los deportes individuales (natación, hípica, esquí…) o actividades que exijan un esfuerzo en solitario (música, pintura, cerámica…).
- Individualistas y poco sociables. Se aconseja apuntarles a actividades extraescolares de grupo donde compartan experiencias con otros niños (fútbol, baloncesto, gimnasia…).
- Para niños introvertidos actividades como teatro, danza o ballet son las más adecuadas.
- Los creativos tienen que optar por actividades extraescolares que potencien su fantasía (pintura, escritura, fotografía….).
- Para todos, actividades de apoyo en asignaturas donde estén más retrasados que sus compañeros.
Aspectos negativos de las actividades extraescolares
Independientemente de la opción escogida, sobre todo no hay que presionarles ni apuntarles a demasiadas actividades porque les resta tiempo libre para estar con familia y amigos, y que podría llegar a provocarles estrés infantil. Éste se manifiesta de forma física en dolores de cabeza, cansancio, falta de apetito y dificultad para dormir. Además, un exceso de actividades extraescolares puede llevar al niño a una saturación que va a perjudicarle en su rendimiento escolar.
Los pediatras aconsejan planificar las actividades de los niños, dejándoles tiempo para descansar y jugar, ambos vitales para su desarrollo.
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