Las transferencias ordinarias no son inmediatas. Cuando ordenamos el movimiento bancario que transfiere fondos de nuestra cuenta a otra de una entidad distinta, somos conscientes de que el ingreso tardará uno o dos días en hacerse efectivo – aunque la última Ley de Servicios de Pago dicte que las transferencias ordinarias deben abonarse en 24 horas hábiles como máximo-; y esa es una realidad que debemos tener en cuenta para no tener problemas, sobre todo si el pago efectuado es urgente. Pero hay una manera de conseguir que el dinero llegue el mismo día, y se llaman transferencias OMF u Orden de Movimientos de Fondos. Aunque también son conocidas como transferencias vía el Banco de España o simplemente transferencias urgentes.
Estas transacciones se diferencian esencialmente de las transferencias clásicas en que se abonan en la misma fecha en la que se emiten, pero tienen otras muchas peculiaridades que conviene detallar.
En primer lugar, este tipo de transferencias no pueden realizarse on-line desde nuestro ordenador como es habitual que se hagan las otras. El cliente que desea transferir fondos deberá desplazarse hasta su oficina bancaria. Además, su banco (por ejemplo, ? Cetelem) debe contar con una cuenta de tesorería en el Banco de España. Si no es así, no se podrá realizar la transferencia OMF, ya que éstas no se llevan a cabo mediante el sistema ordinario de compensación y liquidación de movimientos entre entidades financieras (SNCE-2), sino que utilizan el sistema denominado TARGET-2 donde el Banco de España actúa como intermediario.
Este tipo de transferencias urgentes solo podrán, por lo tanto, realizarse en días laborales y en horario de oficina: de 8:00 a 16:00 horas. Y así, una vez efectuado, el pago se abonará el mismo día siempre que la orden se realice antes de las 16:00 h. En cambio, toda transferencia urgente ordenada después de esa hora se abonará a las 20:00 horas o a primera hora del día siguiente (08:00 horas).
Inconvenientes
Uno de los principales inconvenientes de las transferencias vía Banco de España es que suelen tener unas comisiones superiores a las transferencias ordinarias. Por ello, el ordenante deberá tener este aspecto en cuenta y valorar la comisión aplicada frente a la rapidez del servicio. Si le compensa pagar la comisión a cambio de la inmediatez en la entrega.
Para consultar cuánto nos puede costar realizar una transferencia urgente debemos acudir al libro de tarifas de la entidad bancaria con la que trabajamos.
Otro aspecto negativo de este tipo de transferencias es que se dispone de poco margen de error y son escasos los minutos para poder anularlas. Una vez dada la orden, a diferencia del resto de transferencias bancarias, su anulación es muy complicada.
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