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Conceptos clave a la hora de solicitar un préstamo para un coche

El importe máximo que se concede para la adquisición de un vehículo suele ser de 60.000 euros, con un tipo de interés que oscila entre el 7% y el 10%. ¿Quieres conocer el resto de los detalles para solicitar un préstamo para un coche?

Los datos revelan que la mayoría de conductores espera a que su vehículo cumpla una década antes de renovarlo. La causa radica en una razón muy sencilla: comprar un automóvil nuevo supone un importante desembolso económico para nuestros bolsillos.

Préstamo para un coche a través del banco

Así, las entidades bancarias e incluso los propios concesionarios ofrecen diferentes productos para costear la compra del vehículo. La principal ventaja de solicitar el préstamo para un coche en un banco radica en que las opciones de financiación son más variadas.

Proponen cómodos plazos de amortización que se pueden prolongar hasta un máximo de 8 años, con créditos que cubren hasta el 100% del valor del coche. En caso de tener domiciliada la nómina o contratada la hipoteca con la sucursal en cuestión, es posible beneficiarse de mejores condiciones de financiación.

Préstamo para un coche

Préstamo para un cohce a través del concesionario

Los convenios entre el concesionario y las financieras son otra fórmula recurrente para sufragar la compra del vehículo y muy cómodo para el cliente final. Los propios agentes comerciales son quienes se encargan de gestionar los trámites necesarios, de manera que el usuario no tenga que preocuparse de nada.

Además, existe la posibilidad de negociar un descuento en los intereses o en la comisión de apertura, porque de la concesión del crédito depende la venta del coche. No interesa correr el riesgo de que el cliente decida cambiar de marca o concesionario si no se confiere el crédito, lo que suma puntos a favor del comprador para conseguir la financiación.

Dicho esto, la necesidad o el deseo de adquirir un coche está al alcance de la gran mayoría, gracias a las ventajas que ofrecen tanto los concesionarios como los bancos, con planes de financiación que se adaptan a las necesidades de cada comprador.

Cuentan con facilidades para pagar el crédito en un plazo mayor o menor, para abonar la entrada correspondiente -que no siempre es obligatoria- y el tipo de interés, que varía en función de la entidad elegida.

Si no se paga el crédito…

El retraso prolongado en los pagos periódicos supone tener que enfrentarse a los denominados ‘intereses de demora’, que es un porcentaje extra que se cobra al beneficiario sobre las cuotas impagadas.

Otra de las penalizaciones que se pueden contemplar es una comisión por reclamación de las cantidades sin abonar. El importe de la misma queda reflejado en el contrato, al igual que el tipo en los intereses de demora.

Para evitar estas situaciones en las que el consumidor no puede afrontar el pago de las cuotas, conviene intentar modificar las condiciones del crédito y renegociar con el banco nuevas cláusulas. Aunque esto conlleve un gasto adicional aumentando el coste final, la posibilidad de ampliar el plazo de amortización permite que el pago mensual sea menor.

¿Se puede vender un vehículo financiado?

Imaginemos que hemos adquirido un coche y, transcurridos dos años, sin concluir todos los pagos del préstamo, decidimos deshacernos de él. ¿Es posible? Sí, se puede vender el vehículo siempre que no esté sujeto a una reserva de dominio, esto es, el derecho que tiene la entidad financiera como garantía de que no se transfiera la propiedad hasta que no esté completamente pagado el préstamo y, por lo tanto, cancelada la deuda.

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