Seguros para viajar seguro
Durante los meses de verano es cuando más se viaja, y hay que ser un viajero previsor para evitar que cualquier incidente nos estropee las vacaciones. Son muchas las precauciones que pueden tomarse al respecto, pero nunca está demás saber qué tipos de seguros existen para cubrir imprevistos que, de otro modo, pudieran arruinarnos el descanso tan largamente planeado y el disfrute de ese viaje para el que tanto hemos ahorrado. Hete aquí una selección de opciones y consejos que pueden resultar muy útiles.
El primer seguro que debemos valorar es el de asistencia en viaje, pues de algún modo es el que engloba los contratiempos más básicos y esenciales que pueden estropear unas vacaciones lejos de casa. Estas pólizas suelen ofrecer coberturas tan importantes como la asistencia médica en el extranjero, repatriación sanitaria, el adelanto de fondos para la asistencia legal si lo necesitáramos, la transmisión de mensajes urgentes, servicios de traductores, información sobre el país que visitamos, y otros servicios que pueden resultar de lo más práctico llegado el momento. Un seguro que puede completarse con otro que cubra imprevistos, tales como posibles retrasos de vuelos, demora o pérdida de equipajes, etc. Es una manera de blindar nuestras vacaciones con una capa de tranquilidad. Por otra parte, y aunque hay quien considera que da mal fario tomar este tipo de precauciones, es muy recomendable contratar un seguro de accidentes para estar cubiertos en los desplazamientos durante nuestro viaje -por tierra, mar o aire—, si se produjera un accidente fatal. Con esta cobertura se protege económicamente al resto de la familia, en caso de fallecimiento o invalidez.
Responsabilidad civil
Los seguros de responsabilidad civil, por lo general, los relacionamos con los coches. Es el único obligatorio, ya que el de a todo riesgo es opcional. Pero los hay que nada tienen que ver con la conducción o la seguridad vial. Y es que la responsabilidad civil afecta a cualquier actividad que hagamos en sociedad, y que en un momento u otro pueda implicar a terceras personas. Por ello, y según el tipo de vacaciones que hayamos planeado, tal vez no esté demás contratar un seguro de responsabilidad civil que nos cubra, por ejemplo, perjuicios materiales que pudieran causar los niños en el decurso de sus juegos: ventanas, mobiliario urbano o del hotel, retrovisor de un coche aparcado, etc. O cualquier incidente desgraciado que podamos tener y que afecte a una tercera persona; o incluso por parte de nuestro perro, que pudiera estropear alguna propiedad privada de suficiente valor como para desestabilizarnos el presupuesto vacacional.
Por cierto, lo que mucha gente no sabe es que si nuestro destino es cualquier país de la Unión Europea, un asunto tan importante como es la asistencia médica estará resuelto solicitando el impreso E111 en la Seguridad Social.
Consejos a la carta
Aunque no es lo más habitual, hay algunos afortunados que disfrutan de grandes períodos vacacionales. Pues bien, deben saber que, por lo general, los seguros de viajes cubren estancias menores a 60 días. De modo que para estancias superiores es conveniente contratar seguros específicos diseñados para viajes de larga duración. Unas pólizas que son también recomendables si el viaje no es de placer sino de estudios o de trabajo en el extranjero, pues si el incidente se produce aunque sea un día después de vencer el contrato, el asegurado no podrá acogerse a ninguna de las coberturas.
Muchos seguros convencionales de viaje cubren a la unidad familiar. Conviene informarse al respecto. Pero una vez nos lo confirmen, conviene aclarar algunos puntos que llegado el caso pueden ser tristemente conflictivos. ¿Un primo? ¿El novio de mi hija? ¿El amiguito de mi hijo? No son familia. Si no hay constancia documental (libro de familia, licencia matrimonial o de pareja de hecho…), pueden quedar fuera de las coberturas globales si no está especificado en el contrato. Es muy importante aclararlo, dejar constancia y certificarlo.
En los casos en que los desplazamientos se llevan a cabo en vehículo alquilado es muy recomendable contratar un seguro de asistencia en carretera. Si viajamos en transporte privado (nuestro coche) generalmente este tipo de asistencia en ruta es una cobertura incluida en nuestro seguro. Pero si no es así, conviene contratar uno puntual para los días en que dure el viaje, pues nos ayudará frente a cualquier imprevisto que surja: necesidad de vehículo de sustitución, remolque del auto, avería en carretera o pinchazo, traslado de los pasajeros a determinado lugar, etc.