Aunque por ley no es obligatorio, es conveniente que los ciclistas tengan una póliza que cubra los daños propios o ajenos. Especialmente en las circunstancias actuales, en las que cada vez es más frecuente el uso de la bicicleta para moverse en la ciudad.
En los últimos años se ha incrementado de manera notable la presencia en las ciudades de la bicicleta. Se ha convertido, sin duda, en una alternativa de movilidad urbana frente al transporte tradicional y en un medio ecológico, económico y saludable. Incluso se pueden utilizar ya servicios de alquiler en las grandes urbes por un módico precio.
El auge de la bicicleta (en España hay unos 20 millones de usuarios y de ellos unos tres la usan casi a diario) ha llevado a las aseguradoras a lanzar nuevos productos para captar nuevos nichos de clientes, en un sector que crece cada año.
De ahí que en los últimos años hayan surgido pólizas diseñadas exclusivamente para los ciclistas aunque, de momento, son pocas las compañías que ofertan este producto. Sin embargo, es muy probable que a medio plazo se sumen el resto de aseguradoras por el potencial de futuros usuarios.
Seguros para bicicletas: aconsejable, pero no obligatorio
La ley no obliga a tener un seguro de Responsabilidad Civil, pero desde la Dirección General de Tráfico (DGT) se quiere impulsar el aseguramiento voluntario de vehículos como las bicicletas. Y es que en nuestro país se calcula que un 20 por ciento de los ciclistas han sufrido algún accidente y que a un 17 les han sustraído la bicicleta.
Resulta aconsejable tener una póliza que cubra situaciones de siniestro, robo o atropello. Pólizas que están destinadas a particulares y no a profesionales. Además, son válidas para bicicletas cuyo valor supere los 500 euros y no sobrepase los 5.000.
Principales coberturas de los seguros para bicicletas
En el mercado se pueden encontrar actualmente varias coberturas. Entre ellas destacan:
- Asistencia en viaje. En suelo español o extranjero, incluye el traslado de los heridos y enfermos en caso de que el conductor haya tenido un accidente, del acompañante y la asunción de los gastos sanitarios. En el caso del conductor se recoge la bici, se la llevan al domicilio, y se le traslada al hospital o a casa.
- Daños a la bicicleta. Si sufre daños importantes que hagan que la reparación no sea viable, la aseguradora indemnizará al titular de la póliza con una cantidad que será el valor de la bicicleta, y que deberá quedar cuantificada en el contrato en el momento de la firma.
- Robo. Para que sea asumida por el seguro en caso de sustracción es necesario, en los casos que determine la compañía, que se use un candado homologado de seguridad. El valor que cubre la empresa debe quedar también reflejado en la póliza. Otra modalidad que se incluye es la del seguro con franquicia.
- Defensa y reclamación. Para hacer frente a cualquier tipo de problemas legales.
A estos se pueden añadir otras coberturas en los seguros para bicicletas como las de Responsabilidad Civil, lo que habitualmente se conoce como seguro a terceros, o la de gastos sanitarios, muy recomendable para aquellos que usan la bicicleta con frecuencia en sus travesías por la montaña por ejemplo, más propensos a sufrir un accidente.
¿Cuánto cuesta un seguro para bicicleta?
El precio de los seguros para bicicletas varía en función de la modalidad de cobertura que se quiera contratar, la edad del usuario, el valor de la bicicleta y el ámbito geográfico donde habitualmente circula el ciclista, entre otros baremos. Así, se pueden encontrar en el mercado pólizas desde 26-30 euros al año hasta más de 100 euros (que cubre todas las coberturas para una bicicleta de valor elevado), pero como media se pueden contratar seguros entorno a unos 60 euros anuales.
Lo más recomendable es buscar la información que ofrecen las compañías sobre este tipo de seguros, y contrastar datos sobre precios y coberturas hasta encontrar la que mejor cubra las necesidades del usuario.
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