Reciclaje creativo, ahorrar en vez de tirar: Botellas
Las botellas de cristal, por ejemplo, son uno de esos elementos que una vez vacíos parecen haber perdido toda su utilidad, y nada más lejos de la realidad. Sus posibles usos son muchos y muy variados como artículos de decoración, aprovechando tanto sus diversas formas como sus variados colores. Veamos algunas posibilidades.
Convertir las botellas vacías en originales y elegantes lámparas es una opción a tener en cuenta. Y muy sencilla además. Tanto en interiores como en el exterior, pues el vidrio es resistente a la humedad y a cualquier condición térmica. La única complicación es hacer pasar la bombilla por el cuello de la botella, en caso de querer hacer una lámpara eléctrica. Pero no es un problema, pues son muchos los puntos de luz de pequeño tamaño y con una gama de intensidades muy amplia. Las maneras de hacerlo son infinitas, pero quizás las más sencillas sean con cable y alambre como soporte. Tanto pueden fijar a la pared como cualquier aplique y deslizar dentro el cable con la bombilla, como suspenderlas en el aire (el diseño depende de la originalidad e ingenio de cada cual) con los cuellos como enganches a la estructura que las sostiene, y el cable eléctrico con el punto de luz en el interior. Jugando con los colores del vidrio y los de la luz, así como las intensidades (vatios), las combinaciones son infinitas y a gusto del consumidor.
Pero si preferimos evitar la electricidad, que al fin y al cabo también supone un gasto, podemos acudir a las velas de toda la vida, pues los candelabros de vidrio hechos con botellas son un clásico en los jardines. Y muy sencillos de hacer. Pueden ser de una sola unidad (botella y vela, cuya cera va cubriéndola a medida que se funde) o un conjunto. Un propuesta habitual es poner varias botellas en una caja de madera de una unidad de cava (son alargadas y caben tres botellas en fila) o de seis (las cajas rectangulares convencionales), que poco a poco con la cera de los cirios se van convirtiendo en peanas compactas de formas impredecibles.
Y si seguimos con las botellas, dejando la iluminación de lado, aún tenemos la opción de utilizarlas como recipientes decorativos. Según su transparencia y su color son muy elegantes sobre las estanterías, y pueden resultar adornos de lo más variados en función de sus contenidos. Podemos utilizar arena, ramas, diferentes modalidades de pasta italiana, que en las cocinas quedan muy bien, o si son de cuello ancho pueden llenarse de corchos de vino, por ejemplo.
De las botellas y garrafas de plástico hablaremos en la próxima entrega, pues sus múltiples posibilidades bien merecen un capítulo aparte.