Los anglicismos son cada vez más en materia de consumo en estos tiempos digitales y conviene familiarizarse con ellos cuando se nos presentan para no quedarnos fuera de juego. Veamos, por ejemplo, qué significan los términos Showeooming y Webrooming, que podemos encontrarnos cuando hablamos de consumo online y son estrategias de compra.
El showrooming se da cuando los presuntos compradores acuden a la tienda física con el objetivo de ver, probar y conseguir detalles del producto, pero su intención final no es la compra. Lo que pretenden es ver el producto de primera mano, ya que a veces las imágenes digitales pueden llevar a engaño o confusión en lo referentes a sus características reales, y después acuden a Internet, comparan precios, y buscan ofertas y opiniones de otros usuarios para finalmente realizar su compra. De este modo, a la hora de comprar productos (ropa, electrodomésticos, dispositivos electrónicos, muebles, etc.) el showrooming ofrece la posibilidad de comparar precios, conseguir un producto similar más barato u ofertas que existen en la red y no en las tiendas presenciales.
El webrooming, en cambio, se basa en todo lo contrario. El comprador busca el producto en Internet e investiga sobre él para más tarde ir a la tienda física a realizar su compra. El objetivo es hacerse una idea sobre el precio o posibles abanicos de precios según los modelos e incluso consultar los comentarios de otros usuarios respecto a dichos productos, para acumular información y valorar la decisión definitiva de comprar o no.
Como veis, ambos anglicismos definen una estrategia comercial que antes se hacía siempre vía presencial y consultando catálogos, que en algunos casos nos llevaban a hacer pedidos por correo. Hoy todo se mueve en el entorno digital, pero el objetivo es el mismo, comprar al menor precio y el mejor producto posible.
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