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¿Qué hacer si te equivocas en una transferencia?

Nada. Esa sería la respuesta correcta a la pregunta de nuestro titular, pues las transferencias son órdenes de pago irrevocables. Si enviamos dinero a un número de cuenta equivocado, después de validar la operación con los códigos requeridos, ya no hay manera de recuperarlo por nuestros propios medios.

Cada vez es más común el pago electrónico en vez del efectivo. Y las transferencias son las formas más comunes de enviar dinero, ya sean a través de Bizum o de transacciones bancarias de cuenta a cuenta. Unas operaciones que cada vez más se realizan con agilidad e inmediatez desde nuestros dispositivos móviles, tablets u ordenadores a través de sitios web o las aplicaciones de las entidades bancarias. Pero la comodidad de esa inmediatez también puede conllevar peligros, pues la frecuencia con la que se realizan las operaciones las convierte en ordinarias y habituales,  y se llevan a cabo cada vez con menor atención y precisión. Se utilizan listas de favoritos, o se repite una operación frecuente, sin las comprobaciones necesarias que dicta la prudencia, y un solo error puede ser fatal. Una vez hecho el envío no podremos retrocederlo. NI nosotros ni nuestro banco.

Lo único que restará por hacer, y no por ello será una garantía de recuperar el dinero, es pedirle a nuestra entidad bancaria que lleve a cabo una serie de gestiones con la entidad beneficiaria a fin de intentar recuperar los fondos transferidos. No obstante, el éxito del trámite dependerá de la voluntad del beneficiario que ha recibido el dinero.

Buena voluntad

En los casos en que el receptor del dinero transferido por error acepta devolverlo, las entidades podrán entonces revertir la operación y el dinero volverá a nuestra cuenta. Pero si el beneficiario se negara a la devolución y se quedara con el dinero, solo nos quedaría acudir a la vía judicial por un posible delito de apropiación indebida. Una opción compleja, que suele alargarse en el tiempo, y que a menudo sale más cara que la cantidad que pretende recuperarse.

Es decir, no nos relajemos, por muchas veces que usemos nuestras herramientas digitales para enviar dinero. Siempre es aconsejable que al realizar una transferencia y antes de validarla con la correspondiente clave de seguridad, comprobemos muy bien, tantas veces como sea necesario, el número de cuenta beneficiaria que hemos marcado, y nos aseguremos de que este corresponde a la persona a la que queremos enviar el dinero de la operación.

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