El Tesoro Público español vende periódicamente títulos de deuda pública (letras, bonos y obligaciones del estado). De este modo, el comprador (persona física o empresa) está prestando dinero al estado, que le devolverá la cantidad invertida más el interés comprometido en el plazo señalado. Una operación de compraventa que se realiza a través de subastas de deuda.
La deuda puede comprarse directamente en la web del Tesoro, en el Banco de España, a través de nuestro banco o acudiendo a una sociedad o agencia de valores. En todos estos casos, podemos comprar la deuda en el momento en que el Tesoro la pone en circulación. Es decir, cuando la emite. A este tipo de operaciones se les llama comprar en el mercado primario.
La Deuda pública, como decíamos, se emite principalmente a través de subastas, que se celebran en las fechas previstas en un calendario anual publicado por el Tesoro, y en las que todos los inversores pueden presentar peticiones competitivas o no competitivas.
Las peticiones competitivas se presentan en términos de precio en el caso de los Bonos y Obligaciones del Estado, y de tipo de interés en las subastas de Letras del Tesoro. En este caso, al ser fijado el precio por el participante, es posible que la petición no sea aceptada por el Tesoro.
En las peticiones no competitivas no se indica precio y son adjudicadas al precio medio que resulte de la subasta, excepto si dicho precio medio resulta negativo, en cuyo caso no se adjudicará. El participante debe indicar el importe nominal que desea adquirir y a qué precio desea hacerlo. En ambos casos, las peticiones se formulan por un mínimo de 1.000 euros de valor nominal y, para importes superiores, en múltiplos enteros del importe mínimo.
Las peticiones competitivas no tienen límite sobre el número e importe máximo. Las no competitivas tienen como importe máximo cinco millones de euros por suscriptor.
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