¿Qué es el TIN? ¿En qué se parece o diferencia del TAE?
Empecemos por la definición de ambos conceptos, que tal y como ya explicamos en su momento, tanto pueden ser considerados en femenino como en masculino en función si interpretamos las siglas como Tasa o Tipo de Interés Nominal (TIN) o Tasa o Tipo Anual Equivalente (TAE).
¿Qué es el TIN? ¿Qué es el TAE?
El TIN es la rentabilidad o los intereses de un producto financiero liquidado mes a mes, o en un periodo de tiempo determinado, teniendo en cuenta sólo el capital principal; lo cual se considera como un tipo de capitalización simple. Sin embargo, el TAE (también conocido como la Tasa de Anual Efectiva) es un tipo de capitalización compuesta. Motivo por el cual TIN y TAE coincidirán cuando los intereses producidos por un producto financiero se paguen sólo al final de la vida de dicha operación, pero diferirán cuando haya más de un pago. En tal caso el rendimiento del TIN será siempre inferior al del TAE.
Pero aclaremos los conceptos de capitalización simple y compuesta. La primera es cuando los intereses cobrados por un producto no se vuelven a reinvertir, y son cobrados periódica y directamente por el inversor. En cambio, la compuesta reinvierte los intereses en el producto financiero, que sigue rentando sobre el total acumulado y no el capital inicial. Por lo tanto, cuando nos den la TIN sólo tendremos que dividir entre el número de pagos previstos para saber cuál es el interés que cobraremos en cada uno de esos periodos. Sin embargo, si tenemos la TAE, el cálculo es algo más complejo. En el siguiente enlace con la web del Banco de España pueden ver algunos ejemplos prácticos.