¿Qué es el estrés térmico nocturno y cómo nos afecta en la salud y en el trabajo?
Descansar bien es fundamental para el buen funcionamiento mental, emocional y físico del organismo, por lo que la actual ola de calor en todo el territorio nacional, que nos ha traído noches tropicales por encima de los 20 grados, puede convertirse en un serio problema socio-sanitario al provocar de forma prolongada lo que se conoce como estrés térmico nocturno, que impide conciliar el sueño a muchos ciudadanos.
No poder dormir con normalidad tras una jornada de actividad laboral diurna, ya de por sí dura y térmicamente estresante, causa fatiga, somnolencia, problemas de concentración, irritabilidad y ansiedad, con todo lo que ello conlleva. Y no es un problema baladí, ya que son varios los estudios que vinculan este fenómeno del estrés térmico nocturno con un aumento de la mortalidad.
Los principales problemas de salud afectan a la circulación, y la fatiga, con sus problemas respiratorios, y los nervios pueden también influir en posibles patologías cardiacas. De hecho, con el aumento del estrés térmico el riesgo de mortalidad se incrementa hasta en un 16%.
Para poder descansar correctamente durante la noche, las personas deben conseguir entrar en la fase de sueño profundo, pero para ello es necesario que el cuerpo disminuya su ritmo cardiaco, el pulso. Algo que no podemos conseguir durante las noches calurosas, porque nuestro organismo está intentando rebajar su temperatura.
Lógicamente, la falta de rendimiento diurno se hace especialmente evidente en el ámbito laboral. Y en este sentido, sindicatos como UGT han advertido del riesgo que este fenómeno supone para muchos trabajadores. Sobre todo aquellos que llevan a cabo labores más físicas y que requieren grandes esfuerzos, y que suelen coincidir con las clases menos acomodadas que, por lo general, no disponen de aclimatadores domésticos para contrarrestar la ola de calor.