«Promesas de papel», un retrato del dinero y su ausencia
Para muchos este libro de Phillip Coggan, periodista especializado en temas financieros y uno de los responsables de la redacción de The Economist, es uno de los mejores que se han escrito sobre las causas de la actual crisis económica y sus consecuencias.
Con Promesas de Papel (Editorial El hombre del tres, 2013) el autor emprende un viaje para tratar de seguir y entender la evolución del dinero y la deuda a lo largo de la historia, vinculando algunas de las crisis más destacadas de los tiempos modernos con la malograda estructura del sistema financiero actual. Un itinerario con una conclusión pesimista, y lamentablemente del todo realista: “Es imposible pagar la deuda: las promesas se van a incumplir y alguien va a salir perdiendo”. Y lo dice hablando de macroeconomía, desde luego. Grandes finanzas. Pero las carencias llegan a la calle. A nuestros bolsillos. “La gente no sabe realmente lo que es el dinero”, asegura, y por eso es tan fácil engañarnos y que aceptemos las reglas de un juego que no podemos ganar. El futuro no es precisamente halagüeño, según pronostica el redactor jefe de The Economist.
En las primeras líneas de libro ya lo expresa con toda claridad: “Ya en mitad de la vida estamos en deuda. Tenemos que pedir préstamos para pagar nuestra educación, nuestros bienes de consumo y nuestras cosas. Y, como naciones, nos endeudamos porque los impuestos que estamos dispuestos a pagar rara vez se corresponden con el gasto público que deseamos ver”.
Pero Coggan no se resigna, y en su itinerario hace fascinante retrato del dinero y la deuda a través de la historia acercándose a cuestiones fundamentales. “Ciudadanos, empresas y estados hemos creado un sistema donde el dinero tiene un papel fundamental. Y lo mismo ha ocurrido con la deuda: tarjetas de crédito, hipotecas, préstamos,… Sin embargo, esto que hoy en día parece perfectamente natural, no ha sido siempre así; y entender la relación entre dinero y deuda se convierte en esencial para comprender las debilidades del sistema económico moderno”. Y es que tal vez no tenga que durar para siempre.
