¿Pueden prohibirnos la entrada con perros a una tienda o un bar?
El hecho es que, como hemos comentado en este blog en alguna ocasión, las tiendas y locales son espacio privados, por más que estén abiertos al público, que aunque no pueden imponer normas arbitrarias que discriminen a los posibles consumidores sí que pueden decidir si permiten o no la entrada de animales en sus instalaciones.
Para ello, aunque es recomendable que se indique mediante un cartel o aviso (el típico de “prohibido perros” o alguno más amable que incluya un dibujo y un simpático can atado diciendo “yo te espero fuera”), ni tan siquiera tienen la obligación de avisarlo, y el responsable del establecimiento podrá pedirnos que dejemos a nuestra mascota fuera del local hasta que terminemos nuestras compras o nuestra consumición.
Del mismo modo podemos encontrarnos con prohibición de mascotas, o de determinado tipo de mascotas, en medios de transporte tanto públicos y privados. La mejor opción es informarse siempre antes de planificar un viaje, ya que algunos (como metro de Madrid) permiten llevar perros pequeños si van en un trasnportín o bolsa, pero no a perros de mayor tamaño. También puede que permitan llevarlos con correa, independientemente del tamaño (como ocurre en algunos recorridos de tren) o que, simplemente, no tengan permitido su uso.
En cualquier caso, resultará siempre imprescindible que tengamos preparada (y con nosotros) la documentación sobre nuestro compañero perruno actualizada: Cartilla de vacunación, certificado veterinario de salud, el documento acreditativo de la vacunación antirrábica, información del chip y documentación del perro deberían acompañarnos en todo momento para poder presentarla en caso de que la requieran. Por supuesto, el buen comportamiento de nuestro can ayudará, mucho, a que no existan este tipo de situaciones (aunque siempre habrá quien por motivos de alergias, sanidad o, simplemente, porque no le gustan los perros, no los acepte en su local).
Aunque vamos mejorando año a año, el hecho es que en España no nos encontramos precisamente a la cabeza de los países con más aperturismo en lo que a integración de los perros domésticos en la vida cotidiana fuera del hogar se refiere. Aún son escasas (y excepcionales) las ocasiones en que las empresas, locales, restaurantes etc.. están dispuestas a abrir sus puertas, también, a los compañeros de cuatro patas de los consumidores.
Por suerte para los que deciden la vida compartida con animales, existen multitud de recursos, listas, guías y similares, que pueden servir de ayuda a la hora de elegir destino en el que podamos ser acompañados por ese mejor amigo, que puede que no sea precisamente un consumidor, pero que no cabe duda que hace que la experiencia de consumir un producto o servicio sea mucho más placentera para determinadas personas, sirva como ejemplo el local madrileño al que puedes acudir a tomar un café o leer un rato.. y acariciar los numerosos gatos que por allí pululan. Un extra que muchos agradecen (seguro que en breve también hay uno para el mejor amigo).