Precauciones básicas para las compras online
En primer lugar, asegúrense de que su wi-fi o conexión a internet sea segura. La de su domicilio o del trabajo, pero no la de bares, comercios o alguna libre a la cual puede acceder ocasionalmente. Las conexiones públicas no son seguras al cien por cien, ya que pueden ser capturados fácilmente por hackers o estafadores en red, que de este modo obtendrían de usted toda la información que quisieran para operar en su nombre o, simplemente, para estafarle.
Selecciones las webs
Ni que decir tiene que conviene tener el equipo “vacunado” con un antivirus actualizado. Piensen que para comprar utilizan ustedes valiosa información personal y financiera, de modo que deben asegurarse de que solo pueden acceder a ella aquellos a quienes usted se dirige y con quien desea hacer la transacción. Y aquí llega otro punto peliagudo, pues no todas las páginas comerciales de la red son seguras. Está bien buscar ofertas, pero a veces los chollos son un señuelo, una trampa. Si la oferta parece increíble es porque probablemente lo es, y se trata de un timo. No entren en webs sin garantías. A veces vale la pena pagar más y evitarse disgustos. Ante cualquier duda abandone la operación. Por ejemplo si le solicitan información poco habitual. Ya sea su móvil, su fecha de nacimiento, su dirección postal… Nada de eso es necesario para una transacción online, por lo que tal vez estén intentando recabar información.
Y por último un consejo importante. Si usted opera y compra habitualmente por internet, revise periódicamente los movimientos de su tarjeta de crédito. Solo por seguridad. Si hubiera sido víctima de algún timo, tal vez esté a tiempo de revertirlo si contacta con su entidad bancaria y no ha pasado demasiado tiempo.