Cada vez es mayor el parque eléctrico automovilístico en España. Y seguirá creciendo. Por eso el mercado de los seguros se ha tenido que adaptar, y cuenta ya con modalidades pensadas para las necesidades de estos nuevos vehículos. Seguros con algunas particularidades, pero que en lo básico son idénticos a los de cualquier otro tipo de vehículo.
La responsabilidad civil es obligatoria para todos. Es decir, los coches eléctricos deben contar, igual que el resto, con el conocido seguro a terceros, sin el cual no se puede circular. Así, el tomador de un coche eléctrico podrá escoger si lo quiere a todo riesgo, solo a terceros o a terceros ampliado, pero su contrato contará con cláusulas específicas. Deberá tenerse en cuenta que el vehículo dispondrá de batería, en vez de depósito de combustible. De modo que deberá asegurarse de recibir asistencia si esta se avería o se descarga. La autonomía es aún limitada en los modelos actualmente comercializados.
Cable de carga
Hay coberturas que pueden incluirse o no, y que harán variar el precio del seguro. Por ejemplo, es importante tener asegurado un elemento tan importante para los coches eléctricos como el cable de batería. Puede asegurarse su pérdida, rotura o incluso robo. Sin este cable, el vehículo no puede “repostar”.
En la actualidad los precios de los seguros “eléctricos” son algo más caros que los de los coches de combustión. Una diferencia que se irá equilibrando así como aumenten en el mercado los híbridos y los eléctricos. De hecho, cada vez son más las promociones y ofertas que inundan el mercado, pues es obvio que se trata de uno de los productos del futuro.
Además, y como en cualquier otro vehículo, el precio dependerá de las coberturas contratadas por el tomador.
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