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Parte amistoso de accidente, la asignatura pendiente de una gran mayoría

Nunca sabemos lo que nos deparará el destino al salir de casa. Aunque algunos crean que estamos predestinados, lo cierto es que lo que está por venir es impredecible, y conviene estar preparados para hacer frente a los imprevistos y solucionar los problemas de la forma más eficaz posible. Pero esa sería la teoría en un contexto ideal. Lo cierto, y así lo atestigua una encuesta realizada por una empresa aseguradora especializada en pólizas de automoción, es que hasta un 96% de los conductores españoles no saben cómo rellenar un parte amistoso de accidente. Un dato especialmente preocupante por lo frecuente que es verse implicado en algún accidente de tráfico (por leve que sea), y lo necesario que son dichos partes amistosos para agilizar y esclarecer el siniestro y las correspondientes indemnizaciones entre las partes afectadas. De modo que vamos a intentar aclarar algunos conceptos al respecto.

¿Qué es un parte amistoso de accidente?

En primer lugar conviene diferenciar lo que es un parte europeo de accidente (también llamado parte amistoso) y lo que es un atestado, que es un documento que surte los mismos efectos que el parte, pero que lo elabora la Autoridad de Tráfico competente. Es decir, la Policía Local o la Guardia Civil de Tráfico. Un parte y un atestado del mismo incidente no son incompatibles en absoluto y, en los casos en que el siniestro es grave o hay discrepancias entre las partes, es muy conveniente requerir a las autoridades para que redacten el documento oficial.

Stressed Driver Sitting At Roadside After Traffic Accident

¿Cómo rellenar un parte amistoso de accidente?

Pero centrémonos en el parte amistoso y en cómo debe cumplimentarse correctamente, pues parece que es una asignatura pendiente para muchos usuarios del volante. Se trata de un documento autocopiativo que consta de dos hojas y está homologado en la práctica totalidad de los países de la Unión Europea. Este documento, que deberá rellenarse siempre en el momento del siniestro, servirá como declaración de los siniestros y deberá ser firmado por las dos partes afectadas. Los dos conductores, quienes se quedarán una copia firmada cada uno, la cual será entregada a sus respectivas compañías aseguradoras.

También ha de realizarse un parte si no hay segundas partes implicadas. Por ejemplo, si se sale de la vía y se destroza una señal de tráfico.

Los partes amistosos solo serán válidos si es presentado en un plazo máximo de siete días a partir del momento del siniestro; y firmado por las dos partes. Si hay más de dos vehículos implicados no sirve el parte, y si hubiera alguna rectificación unilateral posterior a las firmas, y que por tanto no aparece en una de las dos copias, también se invalidaría.

En las primeras casillas hay que indicar las circunstancias generales del siniestro, tales como la fecha, la hora y el lugar. También hay un apartado para dejar constancia de si ha habido heridos en la colisión. En caso de haber heridos de gravedad conviene llamar inmediatamente a la policía para que levanten atestado. Y aun así es importante recabar toda la información posible de las personas afectadas, para tenerlas localizadas en caso de que fuera necesario. De mismo modo es fundamental obtener todos los datos de los testigos si los hubiera, ya que pudieran resultar decisivos en la deriva del siniestro si no hubiera acuerdo entre las partes.

Una vez se ha recogido esta información, cada conductor debe rellenar su apartado, donde se consignarán los datos del asegurado que aparecen en la póliza de cada uno. También los datos del vehículo implicado: matrícula, marca, modelo…  Y si el accidente se ha producido con un extranjero, hay que aportar los datos de la carta verde. Si el conductor no coincide con el asegurado ni es el propietario del vehículo, es importante coger los datos de quien ha participado en el incidente, además de todos los que aparecen en la póliza.

Hay una casilla (la nº 10) donde aparecen las siluetas de tres vehículos (moto, coche y camión). Sobre ellos, en función de los vehículos afectados, se señalará con una flecha el punto del choque inicial. No la totalidad de impactos ni de daños, sino el primer golpe, que indicará la naturaleza del accidente. El resto de daños se especificarán en el apartado 11 por escrito.

En la parte central del parte está el apartado 12, que es tal vez el más importante para determinar la responsabilidad en el accidente. Cada implicado indicará en su correspondiente columna su situación en el accidente. Puede marcarse más de una casilla y al final indicar el número total de casillas marcadas. Esto es importante, ya que sería fácil que a posteriori alguno de los implicados pudiera añadir alguna manipulando la versión real del accidente. Hay que recordar, en este punto, que si no hay acuerdo entre las partes respecto a la versión del siniestro, lo más conveniente es avisar a la policía o guardia civil de tráfico y que estos hagan el correspondiente atestado, y no firmar el parte amistoso.

Siempre que haya acuerdo puede hacerse un croquis del siniestro en la cuadrícula (no es necesario hacer un buen dibujo, sino un esquema aclaratorio lo más sencillo posible). Y en el apartado 14 (Observaciones) pueden añadirse apreciaciones puntuales que puedan resultar relevantes.

Todo debe ajustarse a la realidad, pues una vez presentado el parte y firmado, si se presenta como prueba en los tribunales puede ser muy complicado rebatir dicha versión delante del juez. Ante dudas o discrepancias entre las partes, mejor no firmar.

Hasta ahora hemos hablado solo de la parte delantera del impreso. En cuanto a la trasera,  no es necesario rellenarla en el mismo momento del accidente. Cada implicado puede dar su versión del siniestro, y esta no estará firmada por la otra parte implicada. No obstante, nunca hay que manipular la cara delantera, pues eso invalidaría el parte.

Y para acabar, un par de consejos más de carácter práctico. Es conveniente rellenar el parte con letras mayúsculas y lo más claras posibles para evitar confusiones. Si tras el siniestro sientes el más mínimo dolor, no dudes en acudir a un centro sanitario para que te realicen un parte médico. Si el golpe tuviera consecuencias unos días después ya no podría justificarse. Y tampoco se trata de ser desconfiados, pero nunca está de más revisar que el contrario cumplimenta todos sus datos y que marca las casillas que le corresponden según los hechos. Asimismo comprobar que la matrícula reflejada es la correcta. En un momento tenso y de nervios es fácil equivocarse u obrar con mala fe, y eso podría provocar retrasos o complicaciones en los trámites entre las aseguradoras.

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