Muchas son las ayudas articuladas por el Gobierno desde el inicio de la crisis de la COVID 19, pero sigue habiendo colectivos especialmente vulnerables y afectados por la recesión que necesitan más ayudas. Son aquellos que estaban cobrando el paro durante el confinamiento, que por ello no podían buscar trabajo, y que ahora se les ha acabado la prestación y no tienen ingresos. Para estas personas se está ultimando un subsidio excepcional de 430 euros al mes para paliar mínimamente sus necesidades.
Esta ayuda afectará a unos 550.000 desempleados en España, que durante un trimestre recibirán esa prestación mensual, que pueda ayudarles mientras siguen la búsqueda de un empleo.
Los trabajadores sumidos en un ERTE durante la pandemia cobraban y cobran la ayuda estatal y siguen cotizando, de modo que no consumen los meses de paro que les corresponderían en caso de perder el trabajo en condiciones sociales de normalidad. En cambio aquellos sorprendidos en situación de desempleo, han agotado los meses que tenían y ahora no tienen nada. De ahí, la necesidad de cubrir esta dramática carencia provocada por la crisis socio-sanitaria. Algo que los sindicatos reclamaron al Gobierno, y que ahora está apunto de aprobarse.
Coste de las ayudas
El acuerdo, a falta de ser aprobado definitivamente, afectará a todos aquellos parados que hayan agotado su prestación contributiva o la ayuda asistencial entre el 14 de marzo y el 30 de septiembre. Este subsidio especial no precisará de una prueba que acredite que no se llega a un mínimo de renta, ya que esto no será un requisito.
Si todos los desempleados que se ajustan a estas circunstancias llegaran a cobrar este subsidio excepcional, el coste aproximado de la ayuda estatal sería de 710 millones de euros, que saldrían de las arcas del Estado.
Hasta el momento, los ERTE has supuesto un desembolso de unos 9000 millones de euros, y las ayudas destinadas a los autónomos se cifran en 1.200 millones mensuales.
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