Nuevas terminaciones para nuestros dominios en Internet

El nombre de dominio es la dirección de una empresa o persona en Internet. A través de ella se accede a la web, que viene a ser nuestra oficina virtual, y por tanto nuestra intimidad laboral, además del escaparate de nuestro negocio u oficio. Es nuestro identificador, y debemos tenerlo registrado, ya que nos pertenece. Pero el menú de terminaciones de dominios se está ampliando, y a los conocidos .es, .com, .org, .net…, se suman ahora algunos que vinculan directamente con sectores profesionales: .viajes, .restaurant, .hotel, .abogado, etc.; y esta novedad que poco a poco se irá extendiendo tiene sus pros y sus contras. Veamos cuáles.

La principal ventaja de estas nuevas terminaciones es que le permiten al propietario asociar su empresa o dedicación con el sector en el que realiza su actividad, lo cual puede ser una herramienta muy útil para dar visibilidad lógica y orientada a través de la red.

El peligro de las nuevas terminaciones es que cualquiera puede coger nuestro dominio, aunque esté registrado con una de las clásicas, y registrarlo con una de ellas. Algo del todo legal, aunque sería una evidente invasión digital a nuestro espacio laboral. Por ello, aunque no hay obligación alguna de hacerlo, sí es muy recomendable registrar nuestro dominio también con las terminaciones nuevas que nos interesen, pues nadie puede comprarlo si está pillado. Es decir, si mi dominio web es elnombredemihotel.com, tal vez convenga registrar también elnombredemihotel.hotel.

Inversión asequible

Aunque no tenga la intención de utilizar esa nueva terminación de forma inmediata, tenerla registrada es la manera de preservarla y que nadie más la pueda utilizar. Además el precio para registrar las terminaciones, si bien varía de unas a otras, es bastante asequible. El precio puede oscilar entre 20 y 60 euros al año por registro.

Si decide registrar una nueva terminación puede acudir a alguna entidad acreditada. Si hace clic aquí encontrará un amplio listado.