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Menores sin pantallas hasta los 6 años ni smartphones hasta los 16

El uso de las pantallas es inevitable en la sociedad actual, ya sea en el ámbito laboral, doméstico o para el ocio. Vivimos una era digital. Pero el uso cada vez más temprano de estos dispositivos, se ha convertido en un problema social, tanto en lo referente al acceso online de los menores a materiales inadecuados como por la dependencia que genera en muchos de ellos, que desarrollan adicciones realmente preocupantes. Por todo ello, el Gobierno ha elaborado un informe con más de cien medidas para proteger a los menores del uso de las pantallas. Entre ellas, recomienda menores sin pantallas hasta los 6 años ni smartphones hasta los 16.

Efectos de la tecnología en los menores

El Gobierno ha encargado a un comité de expertos un informe sobre los efectos de la tecnología en los menores. Un total de cincuenta profesionales especializados en diferentes áreas del entorno digital y pedagógico, que han elaborado un plan que pretende proteger a los más pequeños de los efectos del uso de las pantallas. Las cuales están cada vez más presentes en nuestras vidas, ya sea en los dispositivos de uso doméstico, informático o en los móviles digitales.

Así, el informe incluye un total de 107 medidas con recomendaciones básicas como las horas de pantalla que aconseja en menores de tres, seis y hasta los 16 años, incluso con un etiquetado que advierta de los riesgos del uso de los dispositivos digitales. Unas medidas que se enmarcan en el anteproyecto de ley orgánica para la protección de menores en entornos digitales que el Gobierno ya aprobó en junio y cuyo texto se pretende que sea en un futuro próximo la llamada Ley de Entornos Digitales Seguros.

Principales medidas

El objetivo de esta iniciativa no fomentar una sociedad con menores sin pantallas, sino regular un control sobre el muso de las mismas, que evite excesos y los problemas derivados de los mismos.

Horas de pantalla en menores

En el informe del comité se desaconseja exponer a dispositivos digitales a los menores de tres años, a la vez que no recomienda su uso hasta los seis años. De hecho, aconseja la utilización del teléfono analógico, sin Internet ni llamadas, entre los 12 y los 16 años. Así, el acceso a los dispositivos digitales y a la interacción con pantallas debe ser progresivo, y a ser posible siempre tutelados por adultos durante dicho proceso.

Enseñanza analógica en Primaria

Aunque podría parecer contraproducente en plena era digital proponer la enseñanza de menores sin pantallas, lo cierto es que en el informe se recomienda priorizar la enseñanza analógica en Educación Primaria. Siempre habrá tiempo para que los menores se familiaricen con la tecnología.

En la misma línea, el informe solicita no utilizar dispositivos individuales en las etapas educativas más tempranas. Solo dispositivos colectivos y bajo la supervisión del profesor.

Etiquetado de riesgos y verificación de edad

La nueva normativa establecerá la obligatoriedad de que todos los actores del entorno digital cuenten con sistemas de verificación de edad para acceder a contenido que pudiera resultar nocivo para colectivos vulnerables.

Además, también se recogerá la obligación para empresas de incluir una etiqueta que advierta sobre los riesgos para la salud que tiene el uso de los dispositivos y sus aplicaciones. Unos mensajes que deberán aparecer al acceder a dichas aplicaciones o plataformas, y contendrán desde los principales riesgos para la salud hasta el tiempo que se recomienda su uso.

Kids influencers

En el informe, además de velar por los menores sin pantallas, también se incluyen medidas para proteger los derechos de éstos en el entorno de los creadores de contenidos. Regulando, por ejemplo, la actividad de los kids influencers. Así, se apuesta por la prohibición expresa de exponer a personas menores de edad en el contenido objeto de su actividad en la red. Independientemente de que esta actividad genere directa o indirectamente ingresos económicos. Además, en este punto, los expertos plantean regular la práctica del sharenting (práctica que consiste en que los adultos comparten contenidos de niños en redes sociales) con menores por parte de los influencers.

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