Luces y sombras en el experimento de la semana laboral de cuatro días
La jornada laboral lleva ya bastante tiempo en la palestra, y mientras se habla de la reducción de la jornada laboral que se propondrá desde el Gobierno si Sumar y el PSOE consiguen la investidura de Sánchez, ya se conocen los resultados del experimento realizado en el Ayuntamiento de Valencia durante dos meses (abril y mayo), consistente en una semana laboral de cuatro días. De martes a viernes. Una fórmula que ya se ha aplicado en algunos países europeos. Y la experiencia arroja resultados prometedores, pero también algunos datos preocupantes que habrá que valorar si este modelo llega a aplicarse.
Entre lo positivo, según el estudio evaluador, es que mejora la salud y el bienestar de los trabajadores y también la calidad del aire, al reducirse considerablemente el número de vehículos concurrentes. Y también se beneficia la hostelería, ya que se detectó un aumento de actividad en este sector. En cambio, en el apartado negativo de la experiencia, se produjo una disminución del 20% en las ventas de los comercios. Por otra parte, entre los encuestados más gente acudió a urgencias.
Siete sobre diez
El estudio sobre la semana laboral de 4 días se realizó mediante una encuesta a 2.100 personas participantes de la experiencia, y la valoración que hicieron de la misma fue de un 7 sobre 10. Bastante positivo, por tanto. Los encuestados consideraron mayoritariamente que este modelo laboral conlleva beneficios para la salud, mejora la conciliación y enriquece la vida social. La prueba afectó a un total de 360.000 trabajadores.
Otros datos derivados de esta prueba es que la gente ha hecho más deporte y ha comido más en casa, pero por el contrario, los fumadores han fumado mucho más. En cualquier caso, lo más positivo es que los niveles de estrés han disminuido considerablemente, según los ciudadanos consultados.
Estas pruebas piloto ya se efectuaron con éxito en países como Reino Unido y Portugal, y están a punto de ponerse en marcha en Brasil y Alemania.