Los autónomos estarán exentos de tributar por cese de actividad hasta los 2000€
La crisis de la pandemia lo ha condicionado todo, pero eso no cambia que un año más la Agencia Tributaria llevará a cabo una nueva campaña de la renta. Así, de un modo u otro, todos los trabajadores deberán rendir cuentas ante Hacienda, incluidos los autónomos, que ha sido uno de los colectivos más afectados. Por ello, la AEAT ha informado que los trabajadores por cuenta propia quedarán exentos de tributar por la prestación por cese de actividad hasta los 2.000€.
Fuentes ministeriales señalaron que dicha prestación tributará en la declaración del IRPF de 2020 como un rendimiento de trabajo, y por lo tanto estará sujeta a una reducción automática de dos mil euros. Lo que significa que el autónomo comenzará a tributar a partir de esa cantidad.
Dos meses de ayuda
Esta medida se traducirá en que los autónomos que coticen por la base mínima y sólo hayan percibido durante dos meses la prestación por el cese de actividad, no tributarían por la ayuda, ya que habrán cobrado menos de 2.000 euros. Y en los casos en que hayan superado esa cantidad, solo deberán pagar impuestos por el dinero que sobrepase esa cifra máxima de exoneración.
Lo que no debe confundir al trabajador es el hecho de no pagar, pues eso no significa en ningún caso que esas cantidades no deban incluirse en la próxima declaración del Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF) del 2020. Es obligatorio declarar, aunque no tributen.
Esta exención, surgida como nueva medida para paliar las consecuencias de la crisis, está incluida en la Ley del IRPF. Concretamente en el apartado de gastos fiscalmente deducibles, dentro del punto número 7, que se corresponde a “otros gastos deducibles”.