Las rebajas en tiempos de pandemia: más restricciones, mismos derechos
Llueve sobre mojado, y a todas las restricciones provocadas por la pandemia, que ha obligado a cerrar establecimientos, a abrir menos horas o a limitar el número de clientes, ahora hay que sumar a las rebajas de invierno que la crisis ha provocado un descenso importante en la capacidad adquisitiva de la gente, y pese al descenso de los precios se presume una mala campaña.
Algunos negocios prefirieron anticipar las rebajas y ofrecerlas ya durante las Navidades, con descuentos de hasta el 50%, sin esperar al tradicional 7 de enero, que era cuando se veían aquellas imágenes de gente agolpada a la puerta de los comercios a la espera de que se abrieran las puertas. Unas aglomeraciones que las medidas de seguridad anti Covid han prohibido expresamente.
Pero aunque la temporada no será lo que era, las asociaciones de consumidores recuerdan que lo que no ha cambiado son los derechos del cliente, y por ello hacen recomendaciones a todos aquellos dispuestos a aprovechar las rebajas. Veamos cuáles.
Derechos del consumidor
En primer lugar, las rebajas deben aplicarse a los productos que formaban parte habitual de la oferta del establecimiento durante al menos el mes previo a los descuentos. No puede sacarse stock antiguo o defectuoso para venderlo barato. La calidad del producto no puede ser diferente a la que tenían antes de estar rebajados.
Así, los objetos rebajados deben mantener su precio original junto al rebajado, o bien indicar de forma clara el porcentaje del descuento.
Es muy importante conservar el tique o l factura simplificada de las compras, pues sin ellos se pierde el derecho a cambiar, devolver o reclamar.
Desde el Ministerio de Consumo recuerdan que un producto rebajado no implica una menor protección del consumidor y, por tanto, la garantía legal del artículo comprado en rebajas debe ser idéntica a la de cualquier artículo nuevo comprado en otro momento.
Las condiciones de las devoluciones son diferentes si la compra es física u online. En el primer caso, el consumidor tiene derecho solo cuando hay una falta de conformidad con el contrato ( por ejemplo, cuando existe un defecto de fábrica), y en el segundo, el derecho de devolución está incluido sin indicar motivo alguno y en un plazo de 14 días naturales desde que recibió el artículo.