Las devoluciones de las compras de moda online dejarán de ser gratuitas
El problema ha sido el exceso de devoluciones, que ha venido dado por una práctica denominada bracketing en inglés, consistente en hacer pedidos online como si de una tienda física se tratara y nuestra casa el probador. Se piden cuatro modelos, te los pruebas, eliges el que mejor te queda y devuelves tres, solicitando el reintegro de la compra de los productos rechazados. Y además, sin pagar los costes del envío de devolución, que es uno de los grandes atractivos del e-commerce. O lo era hasta ahora, porque las empresas más afectadas se han cansado. Hay casi más envíos de devolución que de entrega, y han decidido cobrar los portes.
Abuso de devoluciones
Unos comportamientos comerciales que se acentuaron durante la pandemia, cuando las compras online se dispararon. Y ahora, lo que era un chollo, porque no solo podías escoger sobre catálogo, sino también probarte las prendas en casa, y devolver las rechazadas sin coste, ya no saldrá gratis. Y fue Inditex el primero en empezar a cobrar un recargo a quienes devolvieran género. Algo que no hace en las compras en sus tiendas físicas. Y tampoco si el cliente online decide hacer la devolución principal desplazándose a una de ellas.
Y ya son otras grandes cadenas las que se han unido a la iniciativa, como El Corte Inglés o la japonesa Uniqlo, que ni siquiera permite la devolución en tienda de las compras online. El cliente debe devolverlas por correo postal y pagando los costes, salvo si es un producto defectuoso. Y es que cada cadena está aplicando diferentes fórmulas, pero todas destinadas a acabar con las devoluciones gratuitas.