Con el final del Estado de Alarma acabó también el denominado mando único sanitario, y las competencias fueron devueltas a los gobiernos autonómicos. No obstante, y ante la proliferación de rebrotes en la práctica totalidad del territorio nacional, el Ministerio de Sanidad ha consensuado con las comunidades autónomas una serie de medidas para poder frenar la nueva ola de contagios. A continuación, las once medidas acordadas por unanimidad y de obligado cumplimiento, aunque se estén aplicando a diferentes velocidades según las provincias.
En primer lugar, se decidió decretar el cierre de los locales de ocio nocturno, tales como discotecas, salas de baile y bares de copas con y sin actuaciones musicales en directo. Una medida que algunas comunidades, especialmente las más turísticas, vienen ya aplicando desde hace semanas.
En lo que se refiere a hostelería y restauración, se debe garantizar la distancia mínima de seguridad de 1’5 metros en servicios de barras y mesas. Nunca podrán reunirse grupos de más de 10 personas. Y el horario de cierre de los bares será a la 1.00 horas de la madrugada, aunque ya no podrán entrar clientes a partir de las 00.00 horas.
Residencias y colectivos vulnerables
Tres de las nuevas medidas ponen el foco en las residencias de ancianos. Será obligatorio realizar pruebas PCR a todas las personas de nuevo ingreso, con un mínimo de 72 horas de antelación. También todos los empleados que regresen de permisos o de vacaciones y, obviamente, a las nuevas incorporaciones. Además se limitan las visitas y el horario de las mismas, así como las salidas de los residentes.
En los casos en los que se detecte un brote, se llevarán a cabo pruebas de coronavirus de forma masiva en poblaciones de riesgo y potencialmente expuestas, como residencias, barrios con transmisión comunitaria, centros educativos, bloques de viviendas afectadas o colectivos vulnerables.
Los jóvenes y su falta de concienciación está siendo un problema de calibre nacional. Todas las precauciones son pocas. Por eso se toman algunas medidas que afectan directamente a este colectivo: prohibición de los botellones. Se sancionará de manera ejemplar a quienes incumplan esta medida.
Los fumadores también verán restringida su libertad de consumo en los lugares públicos. El tabaco queda prohibido en vías públicas (incluidas las terrazas de los bares) si no se puede mantener la distancia de seguridad mínima.
Y hasta aquí las medidas sanitarias de carácter obligatorio. Siete en total. Pero el ministro Salvador Illa señaló también tres recomendaciones. La primera es evitar en lo posible los encuentros con personas que no pertenezcan a nuestro grupo de convivencia. La segunda que las reuniones de carácter social no supere las diez personas. Y por último, que en centros socio-sanitarios y residencias se hagan PCR de cribado de manera periódica.
Todas estas decisiones han sido consensuadas por parte de las autoridades sanitarias con todas las comunidades autónomas, y en todas ellas se aplicarán, aunque los plazos dependerán de los diferentes gobiernos autonómicos, así como el grado de exigencia, que puede ser más o menos estricto según decidan las autoridades de cada zona.
Y más allá de estas nuevas medidas, cabe recordar que sigue en vigor la obligatoriedad de llevar mascarilla en lugares públicos.
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