“La gran apuesta” desvelará en enero el porqué de la gran crisis
Si hace unos años (2011) Margin Call se convertía en la crónica oficial y realista, aunque pasada por el filtro de la dramatización ficticia, de los inicios, motivos y responsables de la gran depresión que ha asolado la economía mundial de los últimos años, el próximo mes de enero llegará La gran apuesta, otra versión de los hechos en formato de superproducción de Hollywood. Nada menos que protagonizada por Christian Bale, Ryan Gosling, Steve Carell y Brad Pitt, para que se hagan una idea.
Se trata de la adaptación del libro La gran apuesta de Michael Lewis, que reflexiona sobre la quiebra del sector inmobiliario norteamericano que precipitó el desastre. Concretamente narra la visionaria iniciativa de cuatro tipos de diferentes procedencias profesionales, aunque todas ligadas con el mundo financiero o estadístico, que tras descubrir que los grandes bancos, los medios de comunicación y el gobierno se niegan a reconocer el colapso de la economía mundial, deciden apostar en contra de las grandes multinacionales financieras, pues conocen la catastrófica realidad que vaticina el inminente crack, y se la juegan invirtiendo a la contra. Una temeraria operación que les hizo beneficiarse tremendamente de la crisis que devastó al resto del planeta.
¿Cómo lo hicieron? Pues anticipándose a la explosión de la burbuja financiera desarrollando técnicas para crear el Crédito de intercambio en contra de la obligación de deuda garantizada (CDO) que fomentó la propia burbuja. Y les salió bien, muy bien, aunque sus inversiones de riesgo les condujeron al lado oscuro de la banca moderna, donde comprobaron que nada ni nadie era quien parecía ser ni hacía lo que realmente deberían hacer o decían que harían, de modo que tuvieron que poner en duda todo y a todos para llevar a cabo su plan y forrarse a costa de la crisis.
Dirigidos por Adam McKay, director habitual de tontorronas comedias de Will Ferrell, el cuarteto protagonista de esta odisea financiera desarrollada en la línea que separa la estafa del heroísmo económico, tiene el reto de hacer entretenido y comprensible para el gran público este galimatías financiero que ha ocupado las portadas de todo el mundo durante años, pero que muchos aún no hemos sido capaces de traducir al lenguaje de la calle.
