Nuestra economía cotidiana en siglas: ¿Qué significa TAE, FMI, IRPF, ONG, SL y SA?
En la anterior entrega de esta serie hablábamos del Euribor, siempre importante a la hora de contratar los préstamos hipotecarios. Veamos ahora que es el TAE, igualmente determinante en nuestras operaciones financieras. La sigla se compone de tres palabras: Tipo Anual Efectivo; aunque también se emplean las igualmente coincidentes: Tasa Anual Equivalente. Y la definición del término es: el índice que fija de manera precisa el coste del dinero tomado a crédito de las entidades financieras, incluyendo todos los conceptos que inciden sobre el tipo de interés (nominal, recargos, comisiones, etc).
El Fondo Monetario Internacional es otro de esos organismos que siempre oímos mencionar en las noticias. A veces utilizando tan solo las siglas que lo sintetizan, el FMI. Se trata de una organización intergubernamental que cuenta en la actualidad con un total de 182 miembros/países, y que fue fundada el 22 de julio de 1944 durante una convención de la ONU en Bretton Woods, New Hampshire, Estados Unidos. Entre sus objetivos principales están el de facilitar el comercio internacional y reducir la pobreza.
Muy diferentes, lo contrario, de hecho, son las Organizaciones No Gubernamentales, que responden a la abreviatura ONG, y que operan sin ánimo de lucro en las más diversas actividades, medios y contextos. Aunque las más habituales lo hagan en relación a cuestiones humanitarias.
Sigamos con algunas de las siglas económicas más conocidas. El IRPF, por ejemplo, que hace referencia al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Esas que somos nosotros. El IRPF es ese porcentaje del total que se nos resta a cuenta en todas las facturas y que después Hacienda, en función de nuestra renta, nos devuelve o nos pide aún más.
Tipos de empresa
SL y SA, Sociedades Limitadas o Sociedades Anónimas. Las siglas son los sufijos colocados tras un nombre fiscal o comercial de una empresa, y que determinan el tipo al que ésta pertenece. Las Sociedades Limitadas son sociedades mercantiles cuyo capital está integrado por las participaciones sociales. En cambio, las Sociedades Anónimas, que se constituyen con mucho más capital, son de carácter mercantil y el capital social, que estará dividido en acciones, se integrará por las aportaciones de los socios. Por último está la SLU o Sociedad Limitada Unipersonal, cuya denominación es suficientemente explícita. Viene a ser como una alternativa individual a la de convertirse en autónomo.
