¿Qué podemos hacer con los juguetes defectuosos o repetidos?
Se acercan las fiestas navideñas, una época en la que se produce la mayor parte de la venta de juguetes de todo el año, alrededor del 70 por ciento según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ).
Los más pequeños de la casa reciben esos días sus regalos y en la mayoría de las ocasiones los productos están en buen estado, pero a veces nos podemos llevar una desagradable sorpresa. Podemos encontrarnos con juguetes defectuosos, repetidos o parecidos, e incluso podemos recibir algunos que padres (o tutores) consideran no adecuados o que no les gustan para sus hijos. En estos casos, se puede reclamar el cambio de juguete por otro artículo o la devolución del dinero.
Garantías de los consumidores
Los bienes de consumo, entre los que se encuentran los juguetes, deben tener al menos una garantía de dos años según la Ley de Garantías en la Venta de Bienes de Consumo (Ley 23/2003, de 10 de julio).
Esta ley establece que el vendedor responde de los defectos o fallos que el producto manifieste en ese plazo, aunque es necesario que el comprador haga saber a éste su disconformidad con el producto adquirido en el plazo de dos meses desde el instante en que se percató del defecto.
La garantía debe reflejar lo siguiente:
- El artículo en el que recae.
- Nombre y dirección del garante: fabricante o el importador del producto.
- Los derechos del consumidor como titular de la garantía.
- Plazo de duración de la garantía.
- Vías de reclamación de los que dispone el consumidor.
Además de la legal, existe también la garantía comercial, que ofrece el vendedor o el fabricante.
Beneficios de la garantía
Durante el periodo de vigencia de la garantía, si el juguete no responde a lo que se ha adquirido de acuerdo a las condiciones del contrato, el comprador tendrá derecho a una reparación o sustitución, que implica:
- Serán gratuitos para el consumidor. Se incluyen los gastos de envío y los costes
de mano de obra y materiales, por lo que no tienen que repercutir a nuestro bolsillo. - Se realizarán en un plazo razonable y sin mayores inconvenientes para el consumidor.
- Si la reparación no es satisfactoria, y no está en condiciones de ser utilizado adecuadamente, se podrá exigir la sustitución por otro artículo de idénticas condiciones, una rebaja en el precio o el fin del contrato.
Guardar el ticket de compra
Los consumidores tenemos garantías cuando realizamos nuestras compras, pero para hacerlas efectivas es necesario que conservemos el ticket de compra. En la adquisición del juguete es nuestro particular “contrato” con el establecimiento, que nos otorga como compradores nuestros derechos para posibles reclamaciones.
La devolución del juguete debe entregarse tal cual se compró, con todos sus componentes y embalajes. Una vez comprobado que no falta nada, el vendedor ofrece alternativas al comprador, sustituyendo el artículo por otro similar o la devolución del dinero.
También hay establecimientos que no dan ninguna de estas opciones, sino que entregan un vale por el importe del producto para que el usuario lo canjee por otro artículo.
En la época de rebajas y descuentos especiales se mantienen los mismos derechos y obligaciones para el comprador y el vendedor. Si el establecimiento modifica su posición en las devoluciones, debe indicarlo al público con información clara y visible.
Compras por internet
Las compras a través de la red son cada vez más habituales. Un estudio de Google pone de manifiesto que el volumen de compras influidas por Internet se ha triplicado desde 2004: desde un 23 a un 68 por ciento en 2011. En la adquisición de juguetes online, un 96 de los compradores usó el ordenador, mientras que un 16 recurrió al smartphone y un 6 por ciento a las tabletas.
Adquirir productos online no significa que el comprador carezca de derechos. Así, el cliente dispone de siete días desde que recibe el artículo para ejercer su derecho de devolución. En este caso hay que comunicárselo al vendedor, dejando constancia mediante el contrato de desistimiento que la empresa da con el contrato, o a través de un burofax o telegrama. El comprador devuelve el producto, paga los gastos de envío y el vendedor tiene un plazo de 30 días para reembolsar el dinero.
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