Incubadoras de empresas: qué son y para qué sirven
Son muchos los que al iniciar su actividad profesional o constituir su sociedad se encuentran en la confusión de distinguir las múltiples ofertas de ayuda que ofrece el mercado o las instituciones públicas a todos los niveles territoriales entre incubadoras, aceleradoras o viveros de empresas.
Uno de los primeros asuntos que debe atender el emprendedor son los siempre amenazantes gastos fijos antes de alcanzar una facturación óptima. Servicios de asesoramiento, emplazamiento para su actividad y otras ofertas a menudo resultan confusas, siendo necesario identificarlas para poder optar por la fórmula que más se acomode a sus necesidades.
En el ecosistema de soluciones se enmarcan incubadoras, aceleradoras, viveros de empresas, clústeres, lanzaderas de startups, venture builders y otros. Hoy nos vamos a centrar en las primeras.
¿Qué son las incubadoras de negocios?
Las incubadoras de negocios ayudan al emprendimiento en áreas como: gestión, entrenamientos, oficinas físicas, capital, asesorías y ampliación de la red de contactos.
La labor de la incubadora es siempre limitada en tiempo, se trata, por tanto, de un apoyo circunscrito al nacimiento y primeros pasos de la joven empresa. Si eres una micropyme y necesitas una incubadora especializada en pequeñas empresas deberás centrarte en aquellas que ofrezcan apoyo para la infraestructura empresarial, la capacitación y el capital.
Modelos de incubadoras
Existen varios tipos de incubadoras en función de lo que ofrecen y tus necesidades. Algunas se orientan hacia nichos de mercados concretos especializándose en startups de tecnología, servicios, energía, comercio electrónico, etc. o se centran en zonas geográficas estratégicas. Igualmente las hay de diferente naturaleza por razón de su origen, como pueden ser incubadoras privadas, universitarias, colectivas y/o gubernamentales.
Sobre su coste, señalar que entre las públicas puedes encontrar asesorías gratuitas o semi gratuitas; entre las privadas pueden cobrar de acuerdo con las horas u otros conceptos.
Aunque las incubadoras pueden ofrecer un amplio elenco de servicios diferentes es importante que tengas en cuenta la oferta y ventajas que las distinguen para optar por la más completa.
Además de los especialistas, algunas de las incubadoras ofrecen a sus patrocinados oficinas a precios muy competitivos o incluso de manera gratuita durante el periodo de lanzamiento.
Proceso para acceder a una incubadora
Selección
Una vez presentado el plan de negocio a una incubadora que se ajuste en su oferta de ayuda a tus necesidades, el proyecto pasa a un proceso de selección. Las incubadoras reciben numerosas propuestas, viéndose obligadas a elegir entre aquellas propuestas que consideren tiene una mayor viabilidad.
Preincubación
Es la fase en la que se revisa el plan de negocios por parte del equipo de consultores de la incubadora, especialistas, que junto con el emprendedor/es, establecerán el plan de trabajo definitivo, requerimientos y fases.
El compromiso por ambas partes deberá ajustarse a la agenda establecida, aunque pueda ir revisándose en el futuro en función de los resultados y/o dificultades presentadas.
En todo momento, la incubadora brindará asesoría técnica (software, contabilidad, gestión comercial y administrativa ) y las herramientas que la singladura de la nueva empresa pueda necesitar.
Incubación
Esta es la fase de lanzamiento en la que todo toma forma y se pasa del papel a los hechos. La realización de todos los aspectos estudiados previamente, valorados, madurados e incorporados a la idea inicial acompañándose de asesoría especializada y financiación.
Seguimiento
Las incubadoras harán una labor de seguimiento regular para fiscalizar la progresión de la iniciativa y la respuesta del mercado, examinarán procesos, métodos de planificación, gestión de calidad, procesos de venta, marketing y/o nuevos criterios para la toma de decisiones.
Postincubación
De la experiencia de los primeros meses y su análisis pueden incorporarse mejoras de todo tipo. Los consultores de la incubadora, a la luz de los datos y su examen, pueden orientar sobre todo ello, corrigiendo así sobre la marcha cualquier dificultad aparecida en el inicio, mejorar procesos, ampliar financiación y otros.
Además de los beneficios señalados, también caben distinguir otros intangibles pero que pueden marcar la diferencia, tales como conectar con profesionales experimentados y aprender de ellos, llegar a más clientes potenciales, etc.
Formación ANEI