Ocho hábitos de ahorro para 2025
Empieza un nuevo año y nos recibe la temida y temible cuesta de enero. Las Navidades hacen estragos en nuestra economía, pero en vez de afrontar el reto con pesimismo, lo mejor es replantearse el día a día y adoptar nuevos hábitos de ahorro para que 2025 sea financieramente más cómodo. Desde Domestica Tu Economía os proponemos ocho ideas prácticas para llevar a cabo vuestros propósitos de ahorro.
Ocho eficaces hábitos de ahorro
La economía cotidiana es distinta en cada casa, pero hay algunos hábitos de ahorro que siempre funcionan, y que ayudan a sanear las finanzas sin grandes esfuerzos. Veamos algunos de los más eficaces.
Gastar sin prisas
Hay quien padece todo el año el síndrome de las rebajas. La compra compulsiva e irreflexiva. La mejor manera de gastar más de lo previsto y, a menudo, en cosas innecesarias. Una actitud poco recomendable en los periodos de rebajas, pero que también tiene efectos negativos en nuestra economía el resto del año. Comprar por impulso o porque los productos están en oferta suele ser un error que sale caro. En cualquier momento del año.
Presupuestar todas nuestras acciones comerciales
Otro de los hábitos de ahorro indispensables es hacer siempre un presupuesto en función de nuestras posibilidades y una lista de necesidades. Antes de ir al supermercado, si tenemos por delante un fin de semana de escapada, si hay que salir a comprar unos regalos o simplemente para tener la semana financieramente controlada, lo mejor es elaborar un presupuesto realista y respetarlo. Cualquier gasto por encima de la cantidad establecida como tope, afectará a nuestra capacidad de ahorro. Y recuerda una de las máximas fundamentales en materia de consumo: Si no lo necesitas, aunque sea barato, será un dinero gastado sin motivo.
Prorratear los gastos anuales
Para evitar las sorpresas, otro de los hábitos de ahorro recomendables es prorratear los gastos anuales. Por ejemplo los seguros, que se pagan de una sola vez y cuando nos llega el cargo suele pillarnos por sorpresa. Lo suyo es saber cuánto sería al mes ese gasto, de modo que podamos calcular cuánto hay que ahorrar mensualmente para hacer frente al pago cuando llegue sin trastornos. Y esta misma idea puede aplicarse no solo a los seguros, sino a impuestos fijos y de pago único como el IBI, el impuesto de circulación, las tasas de las basuras, etc.
Fondo de emergencia
Uno de los hábitos de ahorro más eficaces es el de hacerse un fondo de emergencia. Un dinero ahorrado que nos aportará tranquilidad de cara a los posibles imprevistos. Sabemos que las sorpresas seguirán siendo caras, pero podremos asumirlas. Y es que un fondo de emergencia es una reserva de dinero a la que poder recurrir en caso de emergencia o situaciones inesperadas, que siempre nos pueden surgir y alterar nuestro presupuesto mensual. Bien sea la reparación de la lavadora que se ha estropeado, una derrama de la comunidad, una avería en el coche, un gasto médico…
La anticipación
Ser previsor es una buena cualidad para los ahorradores. Uno de los hábitos de ahorro que más dinero puede ahorrarnos es el de la anticipación. Comprar según qué productos o servicios con antelación suele ser una magnífica estrategia desde el punto de vista del ahorro. La recién pasada Navidad sería un buen ejemplo. Comprar los productos de la cena de Noche Buena con meses de antelación y congelarlos, nos permitirá pagar un precio muy inferior al que deberíamos abonar en caso de comprarlos en el mercado la semana de fiestas. Y lo mismo en otras fechas señaladas a lo largo del año.
Contabilizarse a uno mismo como gasto
En cualquier presupuesto hay muchas partidas habituales. Los suministros domésticos, la comida, la escuela de los niños, la hipoteca… Pero lo que no es tan habitual es contabilizarse a uno mismo como un gasto. Y ese es otro de los hábitos de ahorro recomendados.
Considerarse a uno mismo como un gasto es una buena estrategia financiera. Es decir, una vez hayas cuantificado los gastos fijos anuales, inclúyete a ti mismo. Reserva para ti mismo una parte de tu salario. Es la manera de no pasarte del presupuesto sin tener que renunciar a ciertos caprichos o inversión en ocio.
Comparar precios
Ya lo decíamos en el primero de los hábitos de ahorro recomendados, no hay que comprar con prisas. Y entre otras cosas, porque es muy aconsejable comparar precios. Y no solo en rebajas, que también, sino todo el año.
Comparar los precios de los productos que compras de manera habitual y establecer ciertas rutinas de compra y fidelidad a tus establecimientos de referencia puede ahorrarte una cantidad significativa de dinero.
Transporte público
Sin entrar en cuestiones medioambientales (que no por ello dejan de ser importantes), lo cierto es que el transporte público nos puede ahorrar bastante dinero. Es más barato que los parkings y que el ORA, a los que habrá que sumar el gasto de combustible. Y desde luego, es más cómodo a la hora de (no) aparcar.