Frases económicas que han hecho historia (I)
Para empezar, algunas reflexiones literarias, o al menos acuñadas por las plumas de maestros del lenguaje a quienes la economía no les dejaba indiferentes.
Shakespeare aseguró: “El precio de las cosas debería depender de su mérito, jamás de su epíteto”. Y no muy lejos de esta idea se encuentran los pensamientos de Friedrich Nietzsche, quien sentenciaba que “Lo que tiene precio, poco valor tiene”, Antonio Machado: “Todo necio confunde valor y precio”. O el mismísimo pensador romano-cordobés Séneca, quien ya recomendaba y advertía hace casi veinte siglos que “Compra solamente lo necesario, no lo conveniente. Lo innecesario, aunque cueste un solo céntimo, es caro”.
Formación laboral
La formación laboral es otro punto a veces conflictivo en el mundo empresarial. Es una inversión que los patrones no siempre están dispuestos a hacer, aunque ésta debiera repercutir por lógica en su propio beneficio. Pero leamos lo que piensan, no exentos de ironía, algunos grandes empresarios de todos los tiempos:
Para Henry Ford (fundador de la marca automovilística que lleva su apellido): “Sólo hay algo peor que formar a tus empleados y que se vayan… No formarlos y que se queden.”
Algo muy parecido a lo que opina Richard Branson, magnate británico y presidente de Virgin: “Forma bien a la gente para que pueda marcharse, trátales mejor para que no quieran hacerlo”. Y tampoco difiere demasiado el rector de la Universidad de Harvard, Derek Bok, quien considera que “Si crees que la formación es cara… prueba con la ignorancia”.
No es fácil, sin duda, explicar la economía. El funcionamiento de las finanzas. Es un sistema complejo y en continuo cambio. Tanto es así que el propio Albert Einstein, consensuado como el hombre más inteligente de la historia, declaró en su momento –no sin humor- que: “Lo más incomprensible del mundo es el impuesto sobre la renta”. Pero quizás por ello, y aun asumiendo el grado de exageración cómica del padre de la Relatividad, adquiere sentido la definición no menos guasona que de los economistas hizo Lawrence J. Peter, prestigioso pedagogo autor de El principio de Peter. Según él, un economista “es un experto que mañana sabrá explicar por qué las cosas que predijo ayer no han sucedido hoy”. El periodista y dibujante Kin Hubbard, teniendo presente lo anterior cogiendo el guante de la desconfianza, aseguraba que: “La manera más segura de doblar tu dinero es unir los dos extremos del billete y guardarlo en tu bolsillo.”
Por cierto, lo que Lawrence J. Peter aseguraba en su famosos principio de Peter, en un tono no menos pesimista, era que “las personas que realizan bien su trabajo son promovidas a puestos de mayor responsabilidad, hasta que alcanzan su nivel de incompetencia”.
Continuará…