¿Qué es el extracto bancario?
El extracto bancario es el auténtico mapa económico de nuestro estado financiero. A diario hacemos todo tipo de operaciones, pero pocas son las veces que miramos el extracto bancario. Con frecuencia acaba en la papelera. Y aún son menos las veces que decidimos consultarlo por Internet. Es poco más que ese papel que recibimos por correo o que acompaña la transacción que acabamos de hacer en la ventanilla del banco. No le prestamos demasiada atención. Y en cambio, cuando llega el momento de entender la cuenta corriente, de saber cómo está nuestra economía, o por qué nuestro saldo no es el que esperábamos, no queda otra que acudir al extracto bancario, que es donde está la información que necesitamos. Pero, ¿sabemos interpretarla? ¿Sabemos que información nos ofrece?
¿Qué es el extracto bancario?
El extracto bancario es ese documento que el titular de una cuenta corriente puede solicitar o recibe periódicamente, y en el que se recoge el saldo disponible de la cuenta y los movimientos que se han realizado durante el último mes. Este extracto bancario se emite de forma gratuita y sirve para controlar todas las operaciones que se llevan a cabo y que, de un modo u otro, han significado una variación, ya sea positiva o negativa, en el saldo de una cuenta.
La información que debe ofrecer el extracto bancario, que en sí mismo ya cubre un periodo acotado de tiempo en lo referente a la actividad de la cuenta (de tal día a tal otro), tiene que incluir cualquier operación que se haya registrado, por pequeña que sea. Por ello es básico para entender la cuenta corriente.
Así, en el apartado de conceptos de la actividad del extracto bancario, deben figurar todos los movimientos que han supuesto un aumento o disminución del saldo. Tanto si son retiradas de dinero, ingresos de nóminas, movimientos en los cajeros automáticos, recibos domiciliados, actividades de las tarjetas de débito, el cobro y el pago con cheques o comisiones cargadas a nuestra cuenta, entre otros.
Para entender la cuenta corriente es muy importante llevar un control, porque no es inusual que se registren errores. Es frecuente que podamos discrepar con algún recibo domiciliado y, si lo detectamos dentro de un plazo razonable, puede devolverse a origen y ordenar al banco que no vuelva a aceptarlo. O también puede darse el caso de no estar de acuerdo con algún tipo de comisión aplicada a una operación, y siempre es negociable la retrocesión con el propio banco. Y todo este tipo de operaciones se reflejan en el extracto bancario.
Entender la cuenta corriente
Las fechas son también muy importantes en un extracto bancario. Para empezar debe figurar siempre la fecha de emisión del propio extracto. Pero además existen dos fechas más en el documento. Por un lado la del movimiento, que coincide con la fecha en que se realizó la operación, y por el otro, la fecha valor, que es el día a partir de la cual comienza a generar intereses un abono en la cuenta o cuando deja de generarlos un adeudo. Es importante saberlo para entender la cuenta corriente, pues las operaciones de transferencia de dinero suelen tardar unos días en hacerse efectivas, y ese desfase puede provocar un descubierto en la cuenta con la penalización correspondiente. Sobre todo cuando el dinero procede de otra entidad bancaria o del extranjero.
Los importes de cada operación es otro de los datos que aparecen en los extractos. Normalmente se reflejan en positivo o negativo según sean cobros o gastos/pagos, aunque hay entidades que lo hacen en modo “contable” con apuntes al “Debe” si son salidas de dinero y al “Haber” cuando son cobros.
Y finalmente el saldo disponible, que es la diferencia entre las entradas y salidas registradas, y que debe ir detallándose en cada operación como saldo resultante, hasta llegar al saldo “actual” y disponible en la fecha del extracto bancario.