Cinco años en busca del homo economicus responsable

En el fondo de mi bolsillo, artículos de Antonio de Miguel

13/09/2018

Son ya casi cinco años los que han transcurrido desde la creación de este blog “En el fondo de mi bolsillo”. Cinco años en los que he buscado con ahínco el retrato del homo economicus responsable, o homo empaticus, como lo definieron Otto Scharmer y Katrin Kaufer. Quería conocerle. Saber cómo era. Dónde estaba. Y no encontraba a ese ser racional que actúa para maximizar su ahorro y sus finanzas personales de una forma responsable con la sociedad, con el medioambiente y, también, con su conciencia.

La idea de este blog nació en los peores momentos de la crisis económica y tuve la suerte de ser acogido en este proyecto de difusión de la cultura financiera, promovido por Domestica tu Economía. Un proyecto con el que me alineé inmediatamente con sus objetivos y que me ha permitido continuar el apostolado de ayudar con consejos a las familias y a los ciudadanos que estaban pasando por malos momentos financieros, por decirlo de una forma amable.

Revisando el otro día los artículos publicados, me pareció que quizás sería conveniente hacer un resumen de los consejos que el equipo de bloggeros y la redacción de Domestica tu Economía hemos puesto a disposición de los consumidores españoles. Durante más de un lustro, puntualmente, hemos incidido en los asuntos más importantes para llevar unas finanzas personales correctas que evitasen que la ciudadanía no volviese a ser víctima de este terremoto que asoló a los españoles, con cierres de empresas, desempleo, desahucios… y comprometió el futuro de las generaciones venideras.

Hoy, podemos decir que España se asoma, por fin, a la salida de esa crisis que quedará en los anales económicos junto a otras crisis que se estudian en las universidades de Económicas, como fueron:

La gran depresión de 1883
La crisis de 1929.
La gran recesión de la postguerra de la I Guerra Mundial
La crisis del petróleo de los años 70

Y a las que siguieron otras más localizadas y próximas a la actualidad que fueron bautizadas con nombres sugerentes para la memoria:

El “Lunes negro” que asoló las bolsas en 1987
El “Efecto tequila” (México 1994)
El “Corralito” (Argentina 2001)

Desde entonces, muchos economistas descubrieron que la tarea de acercar a la economía a la ciudadanía requiere de tesón, docencia y, como no, imaginación. Ya explicamos en este blog que la metáfora es uno de los instrumentos más importantes para que calen las doctrinas económicas. No es una misión imposible, pero es necesario huir de las jergas técnicas inaccesibles al ciudadano para que evolucione hacia el homo economicus responsable.

Del homo economicus al homo empaticus

La teoría económica es un crisol que reúne múltiples facetas y que debe explicarse con sencillez en cada una de ellas. Básicamente veo cinco grandes áreas que han guiado la publicación de los artículos durante estos cinco años para que el ciudadano no piense solo en obtención pura de dinero que primaron en las teorías mercantilistas del siglo XIX sino que avance hacia un homo economicus responsable.

La previsión: Para mi entender, una de las principales: Adelantarse al futuro analizando los datos del presente. Fue la primera misión que me impuse en la creación de este blog y que se ha seguido en artículos posteriores para abrir la mente del consumidor a la necesidad de vislumbrar los avatares futuros de su economía familiar. Puntualmente, en Domestica tu Economía quisimos acercar el futuro a nuestros lectores:

Explicar la economía, con cercanía, con ejemplos prácticos y comprensibles orientados a los trámites necesarios para aplicar los nuevos conceptos que desgranan los teóricos de la cosa económica y los consejos de andar por casa para preservar la salud de nuestro bolsillo. Son otras de las respuestas que puede encontrar el consumidor responsable si navega por las páginas digitales de Domestica tu Economía. Artículos necesarios para erradicar la idea, demasiado extendida, que la economía es una ciencia inaccesible para el ciudadano de a píe. Sería imposible reflejarlos todos en este post, pero como botón de muestra, me contento con señalar las siguientes que han elaborado mis compañeros de equipo a lo largo de este año. Desde los más prácticos a los más teóricos para el nuevo homo economicus generoso con los demás:

Pistas para los autónomos y emprendedores. Una de las preocupaciones que nos ha unido a todos los que formamos parte de este proyecto de fomento de la cultura económica ha sido ayudar a quienes quieren emprender su propio negocio, un perfil particular del homo economicus que busca el beneficio de su empresa. Porque no podría entenderse la economía sin la empresa y porque la vía de ser autónomo ha sido una de las elegidas por miles de españoles que decidieron acabar con el desempleo:

Fomento de la cultura económica. Lo cierto es que he visto mucha tinta en este tema, pero no malgastada inútilmente. Comprender la economía nos hará más libres. Y es encomiable ver en Domestica tu Economía que la economía, las finanzas están en todos los órdenes de la vida. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos la vemos en los periódicos, en el cine, en las novelas, en nuestras conversaciones y constituye un excelente ejemplo la labor que ha desempeñado Javier Matesanz en sus artículos y al que hemos seguido los demás miembros del equipo en su singladura:

Consejos para el bolsillo: Los principales, los que más nos interesan y que no faltan en el día de Domestica tu Economía y os que nos pueden introducir en los capítulos anteriores. Son los que nos permitirán ser consumidores responsables, acometer nuestros proyectos, de vacaciones, llegar a fin de mes y conocer que como consumidores tenemos unos derechos que debemos defender:

Quedan muchos temas por reseñar. No sería oportuno reseñarlos todos, pero con un simple click de ratón si continuamos en este blog, podemos ver y comprender que la necesidad de aprender cómo funciona la economía, cómo nos afecta, puede hacernos la vida más fácil y, por qué no, ayudarnos a ser un homo economicus responsable.