Efectos de la nueva tasa digital en consumidores y usuarios
Puede que a algunos les suene, siquiera de refilón de alguna noticia, pero ¿en qué consiste exactamente tal tasa y cómo nos afecta? Aunque la Ley no sea aún vigente ni definitiva, aquí van algunas notas para completar los consejos que se han publicado sobre las compras online desde Domestica tu Economía:
Es un canon que gravará al 3% por conceptos como:
- La intermediación online,
- La venta de datos de usuarios
- publicidad en línea.
En principio la tasa aplicará a empresas que facturen más de 750 millones de euros anuales a nivel global, o más de 3 millones de euros en España.
El consumidor y la tasa digital
No es difícil concluir que afectará de manera directa a empresas como Facebook, Amazon o Google; servicios y portales de internet que visitamos prácticamente todos los días. Esta tasa proviene de un movimiento paralelo a nivel europeo, cuyo objetivo es evitar que estas grandes empresas tecnológicas eludan los niveles impositivos del país (o eso dicen).
Entonces ¿Cómo afecta esta tasa al consumidor? ¿Qué nos importa al común de los mortales?
Pues bastante, porque precisamente las empresas que ganan tanto tienden a querer seguir ganando lo mismo o más… y si ellos tienen que pagar más, ¿adivináis quienes van a acabar pagando también más?
Opiniones aparte respecto a los fines y provecho de la tasa, está claro que, de algún modo u otro, al consumidor final le va a afectar. Es más, ya han aflorado reacciones de determinadas empresas que responderán elevando los precios de sus servicios. Podría afirmarse, incluso, que anulan el fin propio de la tasa, traduciendo la misma únicamente en un aumento de precios al consumidor:
- Booking ha amenazado con subidas de precios.
- Ametic, una de las asociaciones más importantes del sector tecnológico, ha alertado de que repercutirá negativamente en la competitividad de España, es decir en los bajos precios.
- Google ha advertido que los consumidores también se verán afectados.
Qué medidas tomar en las compras online
Para saber si la nueva medida fiscal nos va a afectar en nuestro presupuesto o en nuestro consumo digital y tomar medidas adecuadas antes de realizar nuestras compras de bienes y servicios desde la pantalla del ordenador, hay varios métodos para comprobar cómo nos repercute esa tasa:
- En primer lugar, al realizar por ejemplo compras en un marketplace (como Amazon), es importante revisar el precio final de aquello que queramos comprar, fijándonos bien qué impuestos y tasas se nos aplican. Es habitual que tales conceptos aparezcan, por ejemplo, en el “carrito de la compra” justo antes de proceder a realizar el pago e introducir nuestros datos bancarios, ya que la legislación española sobre servicios de información obliga a que queden bien claros antes de que nuestra vista llegue al botón “comprar”.
- En segundo lugar, en caso de que “aparentemente” al producto que estamos comprando o al “banner” que estamos viendo no se no se le cargue ninguna tasa en el precio final, pero sigamos sospechando que la misma se nos aplica, aunque no lo ponga (de desconfiados está el mundo lleno…), podemos acudir a los textos legales y condiciones generales de compra de la página que se trate. Si bien es habitual encontrarse con textos extensos y ciertamente engorrosos (escrito en lo que se ha venido a llamar “abogadés”, por razones que no alcanzo a entender), es necesario prestar especial atención a los puntos que detallen los precios e impuestos aplicables a los productos o servicios que queramos adquirir.
Obviamente, la tasa no debería aplicarse o repercutirse como tal (con concepto de tasa autónoma) a nosotros como consumidores o usuarios por lo que podríamos reclamar en caso de que así sea.
¿Qué pasará de aquí a la Ley definitiva? Hagan sus apuestas… pero ya que estamos próximos a nuevas fiestas donde adquirir billetes de avión o reservas en hoteles y a compras de las Navidades, igual no es mala idea ponerse en la opción que más miedo nos dé. Al fin y al cabo, así solamente podremos llevarnos sorpresas positivas ¿no?