Las rebajas de verano son casi una tradición. Junto con las Navidades, el mejor momento del año para aprovechar las ofertas. Pero las oportunidades no deben nublarnos la razón y empujarnos al consumo compulsivo. Los derechos y obligaciones en rebajas son los mismos que en cualquier otro período del año. Tanto para el consumidor como para el vendedor.
A efectos legales, las rebajas son aquellas ofertas que hace un establecimiento poniendo los productos a un precio inferior al que tenían anteriormente. La ley obliga a que los artículos que se venden en rebajas hayan estado previamente a la venta a precio ordinario. Por lo tanto, está prohibido vender rebajados productos adquiridos expresamente para ser vendidos en rebajas a precio inferior al habitual.
Por otro lado, también hay que señalar que legalmente tampoco pueden incluirse en la oferta de objetos rebajados los productos deteriorados. En todo caso, dicho stock defectuoso o estropeado deberá venderse como saldo, informando a los clientes expresamente de su precaria condición.
Requisitos para rebajar
La ley estipula las condiciones comerciales, y garantiza los derechos y obligaciones en rebajas. Así, aunque los comerciantes gozan de bastante libertad desde que el Gobierno liberalizó las rebajas en el territorio español en 2012, no significa que puedan hacer lo que quieran. El el consumidor tiene ciertos derechos innegociables y no todo vale. De modo que hay que ajustarse a la normativa.
La ley exige que se ponga en rebajas al menos la mitad de los artículos del establecimiento, y no un par de estanterías del stock más antiguo, por ejemplo. Y además, hay que colocar bien visible un cartel anunciando el día de inicio y fin de las rebajas. Según la normativa de cada comunidad puede haber algunas diferencias en dichas exigencias legales.
Otra exigencia legal para garantizar los derechos y obligaciones en rebajas es la obligatoriedad de indicar en cada producto ofertado el precio anterior y el precio reducido.
Derechos del consumidor
Las rebajas consisten en un período comercial donde se ofertan productos a precios reducidos. Ese es el único cambio respecto al resto del año. Así, los derechos y obligaciones en rebajas son idénticos tanto para consumidores como para vendedores. Sin excepciones. Ni en materia de devoluciones ni, por ejemplo, en los sistemas de cobro. Si un comercio acepta tarjeta normalmente, debe mantener esta opción durante las rebajas.
Pero los comercios también tienen sus derechos y la normativa los contempla. Así, si un cliente pretende cambiar un producto comprado a precio ordinario antes de las rebajas por dos unidades del mismo rebajado (de otra talla o color, por ejemplo), el comercio no tiene porqué ceder a la exigencia. Para ello podrá apelar a los mencionados carteles informativos de las fechas de rebajas y a la fecha del ticket de compra del cliente en cuestión.
Para evitar este tipo de problemas, es recomendable que los comercios dejen las cosas lo más claras posible. Por ejemplo, poniendo en los propios tickets de compra que solo se aceptarán devoluciones de productos rebajados, e incluso anunciándolo también en carteles visibles en las instalaciones comerciales.
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