Conservar para ahorrar (II): refrigeración, envasado y control de caducidades
Despilfarrar alimentos es una pérdida de dinero, pero también tiene un coste medioambiental, ya que desperdiciamos recursos, y un déficit solidario habiendo tanta gente en el mundo que pasa hambre. Hay que ser previsor y organizado en casa para ajustar el consumo a nuestras necesidades y aprovechar al máximo la comida que compramos. Y para ello, la mejor manera de evitar que algunos alimentos acaben en la basura es saber conservarlos bien. Veamos algunas maneras de optimizar nuestra despensa.
En un anterior artículo señalábamos la importancia de prevenir y planificar las compras y el menú semanal en nuestro hogar. Pero eso no basta, pues siempre conviene tener alimentos en nuestra despensa que deben mantenerse en buenas condiciones, y además también hay que conservar las sobras para aprovecharlas. Veamos cómo hacerlo con garantías.
Congelado
Congelar los alimentos es una forma de preservar sus nutrientes y propiedades sin que perezcan llegada su fecha de caducidad o de consumo preferente. Pero no todos los alimentos se conservan bien en el congelador, y además no debe congelarse de cualquier manera.
Por ejemplo, si ya has descongelado un alimento una vez, no puedes volver a congelarlo. Tampoco es aconsejable que congeles salsas o comidas que contengan lácteos (nata, crema de queso o yogur), ya que no se congelan demasiado bien por la grasa que contiene la leche.
Y los alimentos que sí admiten un periodo de congelación, también tienen sus límites. Todos tienen un tiempo máximo que varía según sus características. Por ejemplo, la carne de vacuno puede mantener sus propiedades congelada hasta 12 meses, mientras que el pan o la bollería no deben seguir en el congelador pasados los tres meses. En este link puede consultarse una tabla de congelación de alimentos.
Descongelado
Para descongelar de forma efectiva y sin alterar los productos, lo ideal es que lo hagas en la nevera, ya que las propiedades de la comida se verán menos afectadas. Otra opción es hacerlo con agua fría y, si vas con prisas, dándole calor en el microondas.
Y a la pregunta obvia de., ¿por qué no usar agua caliente o la temperatura ambiente, cuando hace calor?, que parecen métodos más rápidos para descongelar, la respuesta es que los microorganismos que deterioran las propiedades de los alimentos actúan velozmente en esos entornos más cálidos, donde se reproducen con velocidad. En pocas horas, si no los hemos cocinado, podemos haber estropeado los alimentos que llevaban meses congelados.
A veces no es necesario congelar, pues la refrigeración en la nevera permite conservar alimentos durante bastante tiempo, siempre que se guarden de la manera correcta. Por ejemplo, y sobre todo la carne y el pescado, dentro de un recipiente herméticamente cerrado. La comida en un plato o taza, debe taparse con papel film o de plata para que no se seque. Las frutas y verduras hay que almacenarlas en el cajón de la nevera o en un recipiente que les permita respirar. Y todo ello en una nevera nevera a la temperatura más baja que te permita sin que se congelen tus alimentos. Cuanto más fría esté, más tardarán la comida en ponerse mala.
Envasar al vacío
Envasar al vacío los alimentos es otro de los métodos más eficaces para extender el periodo de caducidad de un producto, y consiste en retirar el aire del interior de su envoltorio. Hoy en día es fácil encontrar envasadoras al vacío domésticas a muy buen precio.
Con este método puedes congelar alimentos al vacío o conservar salsas, verduras cortadas o comida cocinada. También es útil para conservar embutidos o quesos ya cortados y evitar que se sequen.
Aun con todo, es muy importante mirar siempre, en todos los productos alimentarios, su fecha de caducidad o de consumo preferente, ya sea para consumir antes o para congelarlos antes de ese día. Hay múltiples aplicaciones que nos ayudan a controlar este tema y que no se nos pase ninguna fecha.