Consejos para un uso eficaz y eficiente de tu congelador, aliado del ahorro y la salud
Para empezar, y aunque parezca una obviedad, no conviene abrir constantemente el congelador. No es bueno para el proceso de congelación ni para el gasto que éste supone. El frigorífico es el electrodoméstico que más electricidad gasta en el hogar, y éste se multiplica con el abuso o el uso indebido.
Mantén tu congelador siempre limpio y libre de hielo y escarcha. Coloca los alimentos manteniendo cierta distancia entre ellos para permitir la circulación de aire. Estas dos circunstancias son básicas para optimizar el uso del electrodoméstico, que no solo funcionará mejor, sino que también gastará menos. Además se previenen posibles averías, lo cual es siempre un gasto suplementario.
La temperatura ideal de un congelador para su correcto funcionamiento es de –18 grados centígrados. Menor temperatura supone más gasto energético y no es necesaria.
Hay consumidores reacios a la comida congelada – aunque cabe aclarar que no es lo mismo congelar la comida que la comida congelada de comercialización industrial-, en cambio, al contrario de lo que piensan algunos, al congelarlos se alarga el periodo de conservación de los alimentos, manteniendo sus propiedades nutritivas intactas. Algo que no ocurre si se mantienen únicamente en la nevera y se retrasa el consumo varios días.
Eso sí, los alimentos no pueden mantenerse congelados eternamente. El tiempo depende mucho de la temperatura de nuestro aparato, y si no lo respetamos, los alimentos también se pasan y es un desperdicio.
Tengan en cuenta que según su congelador, el tiempo máximo de congelación es distinto. Los niveles se marcan con estrellas: 1 estrella:-6°C de temperatura mínima, los alimentos se pueden mantener sólo unas horas. 2 estrellas: -12°C de temperatura mínima, se puede disponer de los alimentos hasta tres días. 3 estrellas: -18°C de temperatura mínima, permite mantener los alimentos varios meses. 4 estrellas: -24°C de temperatura mínima, la congelación es más rápida y permite mantener mayor cantidad de alimentos durante más tiempo.
Por cierto, ¿Sabían que los alimentos crudos congelados pueden volver a congelarse una vez cocinados? Es decir, no tiren las sobras. Pueden guardarlas un tiempo en el congelador.
Consejos para congelar alimentos
Congelar alimentos no consiste sólo en introducirlos en el congelador. Eso es obvio, pero hay algunas normas básicas que le ayudarán a hacerlo correctamente y a no desperdiciar alimento, ya sea por error o por ignorancia.
Para empezar, no introduzca nunca alimentos calientes para congelarlos. Antes debe dejar que se enfríen. De lo contrario puede afectar a todo el resto de productos, pues su calor reducirá el frío del cubículo, y además el contraste térmico puede provocar algún problema técnico.
Etiquete siempre los envases con la fecha de entrada en el congelador, para controlar el tiempo límite recomendado antes del consumo, así como el contenido del envase y el número de raciones. Tal vez no necesite tantas ese día y pueda escoger otro. Descongelar más de lo necesario es un desperdicio.
Utilice siempre recipientes o envoltorios lo más herméticos posible para mejorar la conservación y ciérrelos con la menor cantidad posible de aire.
Las carnes y aves deben sacarse de su envase inicial y congelarlas deshuesadas y libres de grasa visible- En cuanto a las verduras, deben hervirse durante unos minutos antes de pasar a su congelación para detener su proceso de deterioro y eliminar posibles bacterias. El pescado, seco y sin vísceras.
A hora de descongelar, puedes calcular de manera aproximada el tiempo necesario sumando 6 horas por cada medio kilo de alimento. Eso en condiciones normales, no poniéndolos junto a fuentes de calor, o dentro de agua caliente o al sol de agosto. Nada de eso es recomendable. Si necesitamos que se descongele antes, la mejor manera es la función de “descongelar” del microondas.