Consejos para ahorrar en las rebajas, ¡que no te salgan caras!

La cuesta de enero es empinada y a menudo se hace más larga de lo que parecía sobre el calendario. Pero hay maneras de suavizarla, siempre y cuando las rebajas no nos acaben saliendo caras. Y es que a veces la tentación de comprar barato se nos vuelve en contra, pues adquirir al 50% de su precio un artículo que no necesitamos ni pretendíamos comprar, pero que nos ha seducido por su bajo coste, significa pagar el 100% más de lo que teníamos pensado gastar, por muy rebajado que estuviera. He aquí algunos consejos para no acabar sucumbiendo a las ofertas y convertirnos en apesadumbrados damnificados de las rebajas de enero.

Consejos para aprovechar las rebajas

Lo primero, y aunque parezca obvio no todo el mundo lo hace, es revisar nuestras necesidades (incluso nuestros caprichos) y hacer una lista de lo que queremos satisfacer. Una relación de artículos que debe ser cerrada, una vez hayamos repasado nuestros enseres domésticos y el fondo de armario. Nada que no aparezca en ella debe comprarse. Planificar las compras antes de salir de casa, fijando incluso de antemano cuales son las tiendas a visitar, es la mejor estrategia para no caer en la tentación del gasto indiscriminado.

Es importante también fijarse un presupuesto máximo. Un tope de gasto que no debemos rebasar bajo ningún concepto. De lo contrario, tal vez habremos comprado barato, pero habremos gastado mucho dinero. Al menos más de lo pretendido. Esto te ayudará también a distribuir mejor tu dinero, pues una inversión alta te mermará el presupuesto para siguientes adquisiciones.

Y ya que estamos, déjate la tarjeta de crédito en casa. Es una tentación innecesaria si ya has establecido el dinero que quieres gastarte. Es mejor llevarlo en efectivo que en plástico, pues evitarás lamentarlo el mes que viene cuando te carguen los excesos en cuenta.

Si durante todo el año comparamos precios a la hora de comprar, ¿por qué no hacerlo en rebajas? Es muy recomendable por varios motivos. Primero porque es muy común que los establecimientos mezclen productos rebajados con otros de temporada, y el chollo nos podría salir caro a poco que compremos compulsivamente y bajemos la guardia. Todas las prendas o artículos rebajados deben llevarlo indicado de manera visible.

Es importante también cerciorarse de que se trata de una oferta. Es decir, que no nos hacen trampa y ponen una etiqueta con un porcentaje de rebaja, pero en realidad vale lo mismo que unas semanas atrás (en la etiqueta deben figurar ambos precios, el original y el reducido). Incluso hay comercios que venden productos manufacturados para la ocasión (sustituyendo otros similares), y de menor calidad, para que las rebajas les salgan más rentables. Por ello es importante estar seguros de que se trata de artículos rebajados y no de calidad inferior. Visitar las tiendas antes de las rebajas es una buena manera de asegurarse. Y por si acaso, conserva siempre los tiquetes de compra. Sin ellos no podrás reclamar en caso de sorpresas desagradables.

Y por último un consejo decisivo. En rebajas no conviene precipitarse. El factor tiempo es importante, pero es el equilibrio entre la paciencia y las prisas el que puede brindarte los mejores resultados, ya que los periodos de rebajas son largos (casi dos meses tanto en verano como en enero), y semana a semana van descendiendo los precios. Cierto es que también se reducen las existencias y habrá que renunciar a algunas adquisiciones deseadas, pero a cambio pueden conseguirse los verdaderos chollos. Los precios de saldo o los auténticos dos por uno. Aquellas rebajas que realmente valen la pena. Y aun así recuerda que en rebajas se reducen los precios, pero nunca los derechos del consumidor.

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