Consejos para ahorrar agua ahora que llega el calor

El calor estival ha sorprendido a propios y extraños con un mes de antelación, dispuesto a anticipar la canícula en sintonía con un cambio climático que está cambiando todo pronóstico conocido, y haciendo polvo tanto las previsiones  tradicionales como la distribución clásica de las cuatro estaciones, que han dejado de tener sentido en muchos aspectos. Pero hay que adaptarse, y lo cierto es que frente a las altas temperaturas registradas ya en el mes de mayo, conviene tomar medidas de ahorro en lo referente al consumo de agua. Un bien siempre escaso, pero especialmente cuando el calor aprieta. Veamos algunos consejos para no derrochar y garantizar los acuíferos para todo el verano.

Es muy habitual no ser consciente de la importancia del agua en nuestra vida diaria hasta que ésta escasea. Y más cuando en casos extremos, los ayuntamientos se ven obligados a imponer restricciones a su consumo. Es entonces cuando más la valoramos, en vez de consumirla de forma razonable todo el año. Y ese sería un primer consejo, ser consciente de que el agua nunca sobra. Y que aunque en tu región no escasee, puede haber otras en que sí, y ser solidario y generoso es algo que siempre se agradece cuando nos afecta.

Por eso, hay pequeños detalles o decisiones que son más importantes de lo que pareen, y pueden ahorrar muchos litros de agua diarios que se derrochan sin utilidad alguna. Por ejemplo, ducharse en vez de bañarse. Sobre todo en tiempo de sequía y sin más motivo que el placer y la relajación. O cerrar el grifo mientras te lavas los dientes, te afeitas o te lavas las manos. En pocos minutos puedes tirar por el sumidero mucha agua potable para nada.

El inodoro no es una papelera

Tirar de la cadena supone entre nueve y diez litros de agua. Lógicamente es necesario en muchos casos, pero no cuando tiramos un papelito o una colilla. Para eso está la papelera, que todo el mundo tiene en el baño. Por cierto, una buena idea es, si nos hemos bañado, en vez de quitar el tapón, ir usando el agua con un cubo para vaciar en el inodoro hasta que se acabe.

Hay quien enjuaga la vajilla antes de meterla en el lavaplatos. Ya que estás, lávalos a mano, y con el agua en un barreño, no dejándola correr con el grifo abierto. Pero si optas por el electrodoméstico, mete los platos directamente, porque si no el gasto de agua es doble e inútil. Y eso sí, siempre con la carga completa, porque si no vamos a ir poniendo lavados continuamente cuando en uno hubiera bastado para todo el menaje.

Usa reductores de caudal o aireadores en los grifos. Los reductores son dispositivos que se pueden incorporar a los grifos o la ducha e impiden que el caudal supere el límite fijado. Los aireadores permiten introducir aire en el chorro de agua, consiguiendo un ahorro del 40 o el 50%.

Y por último dos consejos más. Llena una botella de agua y métela en la nevera. Beberás fresquito y no necesitarás dejar correr el grifo para que salga más fría. Y si tienes jardín o plantas de exterior, riega de noche. El calor provoca una evaporación casi inmediata que puede suponer hasta un 30% del agua de riego, que por loo tanto no riega y se pierde.

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