Consejos para comprar juguetes seguros para tus hijos
En primer lugar, es importante comprar siempre juguetes apropiados a la edad y a las habilidades del niño. Un objeto en manos de un niño que no sabe utilizarlo es siempre un peligro, por el desconocimiento de las reglas o los usos correctos engendra temeridad, aunque sea involuntaria. Las recomendaciones de los fabricantes suelen ser el mejor consejo, y es sensato atenderlas.
Por otro lado, y en este mismo sentido, también puede ser muy útil consultar la Guía del Juguete 2010-2011 realizada por el Instituto Tecnológico del Juguete, y que sigue vigente, en la cual se muestran los juguetes más adecuados y seguros para cada edad.
El embalaje de los regalos puede ser un elemento peligroso una vez pierde sus funciones. Una vez abierto el paquete hay que tirar los plásticos, los cierres o las cintas de envoltura, pues pueden acabar en la boca de los niños y provocar la asfixia.
Evite los juguetes con elementos punzantes en general. Si son flechas o dardos, lógicamente, deben vigilar el juego en todo momento, pero si se tratan de acabados de otros objetos más vale desechar el juguete desde el principio. Así mismo, un juguete puede tener aristas o salientes peligrosos por hallarse en mal estado o haberse astillado durante el juego. Hay que estar muy atento a dichas circunstancias. Un buen momento para revisarlos es cuando se recogen tras una jornada de juegos. Además, recoger los juguetes y guardarlos en sitio seguro es un buen hábito educativo, que también puede evitar incidentes por tropiezos.
También es importante comprobar el tamaño de las piezas de los juguetes, pues siempre hay el peligro de que los niños puedan tragárselos y atragantarse. Las piezas que utilizan los niños menores de 36 meses no deben inferiores a 4,4 cm.
En cualquier caso, para quien quiera consultar más a fondo las normas de seguridad, puede consultar en el BOE el Real Decreto sobre la seguridad en los juguetes.
Higiene y limpieza
Los peluches y otros muñecos con complementos esponjosos o tejidos deben lavarse con cierta frecuencia. Estos juguetes pueden acumular bacterias, transmitir enfermedades si se comparten, acumular polvo, provocar alergias y otros problemas.
Tampoco está demás mantener limpios el resto de los juguetes, aunque sean de plástico, pues habitualmente se utilizan en el suelo y los niños no dudan en llevárselos a la boca.
Por otra parte, y como ya destacamos hace unas semanas en estas mismas páginas, también es importante comprar los juguetes con ciertas garantías de seguridad. Para ello, es muy recomendable adquirir los juguetes en tiendas de confianza o reconocidas en el sector comercial, para de este modo evitar las imitaciones ilegales, que lógicamente no cumplen las normas de seguridad. Por eso, entre otras cosas, son productos más baratos, aunque al final suelen salir caros por cuestiones de calidad precio. Siempre que sea posible, busquen en los juguetes el sello de CE que indica que cumplen las normativas europeas de seguridad.
No olviden tampoco solicitar el ticket de compra o la factura por si hay que hacer alguna reclamación.