¿Cómo reconocer el riesgo de los productos financieros? Nuevo sistema de alerta
Así lo aprobó el Gobierno en una orden ministerial publicada en el BOE el pasado día 5 de noviembre. El Objetivo es que en el futuro no se puedan repetir fraudes financieros masivos como el ocurrido con las preferentes en los años más duros de la crisis. Si lo van a conseguir o no, será cuestión de esperar y ver.
De momento, lo que nos han contado es que las entidades financieras deberían identificar con color verde oscuro los productos más seguros. Es decir, los depósitos de los bancos, cubiertos por el Fondo de Garantía de Depósitos hasta 100.000 euros por entidad y titular. También llevarán este color lo seguros de ahorro en los que no se pueda perder dinero, por ejemplo.
Los tres siguientes colores: verde claro, amarillo y naranja calificarán productos en los que está asegurado el capital invertido, pero tienen algún riesgo de liquidez. Es decir, que no siempre se puede disponer el dinero cuando al propietario le interesa. Es lo que ocurre, por ejemplo, con los fondos de pensiones. El color dependerá del plazo que el dinero esté cautivo ( 3, 5 o 10 años) y también de las comisiones por sacarlo por adelantado y del nivel de solvencia del producto financiero y de la entidad que lo comercializa.
Para todos los productos que impliquen el riesgo de perder parte de lo invertido estará el color rojo. No se gradúa, por lo tanto, la diferencia entre el riesgo de comprar acciones, con máxima liquidez, es decir, que se pueden vender cuando el inversor quiera y el de un bono convertible en un momento concreto y a un precio fijado.
Pero cuidado! Si piensa que el mundo de los colores va a facilitar la elección está muy equivocado. Primero porque no son obligatorios. Las entidades podrán sustituir su alerta de riesgo por otra de números. Se combinarán dos números: uno arriba y otro abajo. El de arriba del 1 al 6 indica el nivel de riesgo. Abajo siempre irá el 6 que es el nivel máximo de riesgo. Así que un depósito a plazo fijo será 1/6 y unas acciones 6/6.
El asunto se complica porque no todas las inversiones financieras deberán tener esta identificación. Se queda fuera la deuda pública del Estado y de las Comunidades Autónomas. El Gobierno considera que al tener el aval del Estado son inversiones totalmente seguras.
Lo sorprendente es que las del extremo opuesto, es decir, las de mayor riesgo como los derivados o seguros de alto riesgo como los Unit Link tampoco estarán reguladas por el semáforo. ¿El motivo? La Unión Europea está desarrollando un sistema de alarma para los productos financieros de alto riesgo, y el Gobierno español prefiere no interferir en esa regulación, aunque para que llegue habrá que esperar hasta el 2016.
Pero aún hay más. Los fondos de inversión, que son los productos que más demandan en la actualidad los inversores conservadores que buscan algo de rentabilidad, tampoco están incluidos. Los fondos de inversión tienen, desde hace unos años, un sistema propio de identificación del riesgo en una escala de 7 tramos, que va a permanecer igual.
En resumen. Toca aprenderse un sistema más de alerta, pero que nadie piense que eso significa bajar la guardia y relajarse a la hora de contratar productos de inversión. La mejor regla sigue siendo, como siempre le recordamos de La Trastienda de la Economía, buscar asesoramiento de expertos y leerse todos los documentos relacionados con esa inversión.