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Cómo hacer el testamento sin pasar por el notario

Hacer el testamento es un trámite que, si bien no es siempre necesario ni obligatorio por ley, lo cierto es que facilita la gestión de las herencias una vez que fallece el testador. Por ello, de algún modo, puede decirse que para dejar las cosas ordenadas lo más conveniente es redactar un documento testamentario. Lo que muchos no saben es que para ello no es necesario acudir a un notario, aunque esta sea la opción más habitual. También es posible firmar este documento en casa con toda la validez legal siempre que se cumplan una serie de requisitos y que el escrito tenga las características requeridas por la ley. Veamos cuáles son éstas.

Los testamentos ológrafos son aquellos que se redactan sin ir al notario.

A este tipo de testamentos redactados sin notario se les llama ológrafos y están contemplados por la ley en el Código Civil. Pero para que sea válido debe cumplir unas condiciones muy específicas. En primer lugar, el documento testamentario debe estar redactado a mano por el testador (es decir, la persona que deja la herencia), dejando claras sus voluntades por escrito. Y desde luego, esta persona debe ser mayor de edad. Además, y también a mano, en el documento deben constar la fecha y la hora de la redacción, así como el lugar en el que se redacta.

Firmar y custodiar sin contacto alguno

Una vez que el texto esté redactado, y el testador lo considere el definitivo, éste deberá firmarlo y guardarlo de manera que no haya marcas, huellas dactilares o signos de manipulación de ningún tipo, ya que esto podría conllevar la anulación del testamento ológrafo. Lo más aconsejable es conservar el testamento en un sobre cerrado o lacrado que lo proteja, y garantice que no ha sido manipulado. El documento perdería toda validez si se añade cualquier cosa una vez firmado.

Ante posibles dudas respecto de su validez o autenticidad por parte de los herederos a la hora de leerse ese testamento, los interesados tendrán que ir a juicio y someter el testamento ológrafo a las pruebas periciales pertinentes para dirimir la cuestión. 

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