Cómo gestionar el desecho de las mascarillas y otros materiales COVID
La pandemia continúa. Con idas y venidas, con indicadores arriba o abajo, según el momento y el lugar, pero el virus sigue entre nosotros, y para frenarlo son imprescindibles las mascarillas y otros materiales anti-COVID. Todos ellos desechables y, por lo tanto, una importante fuente de residuos potencialmente peligrosos como posibles transmisores de infección. Motivo que hace especialmente importante respetar el procedimiento correcto a la hora de gestionar el desecho del material. Veamos cómo.
La obligatoriedad del uso de mascarillas aún en los interiores de comercios, en los transportes públicos y en locales cerrados de ocio y cultura, así como en zonas abiertas pero concurridas, trae consigo todavía la generación de una gran cantidad de basura -cuando éstas son desechadas-, lo cual entraña peligros para el planeta y para la salud de los ciudadanos. Algo que puede evitarse cumpliendo con unas normas bastante sencillas, que apelan al civismo y al sentido común. Se trata de la medida más sencilla, gratuita y de mayor eficacia para cortar la cadena de transmisión del virus y, simultáneamente, proteger la salud de los operarios de los servicios de limpieza de las calles y los trabajadores de las plantas de tratamiento de los residuos. Veamos cuál es.
Todo el material anti COVID, sea del material que sea, pues esto incluye mascarillas, pantallas plásticas, guantes, equipos de protección individual (EPIs).., deben tirarse siempre en el contenedor de fracción resto. El tradicionalmente conocido como cubo de la basura, y que suele ser de color gris o verde oscuro, y no se corresponde con ninguno de los selectivos destinados a diferentes materiales para su reciclaje. Los contenedores de fracción riesgo reciben aquellos residuos que no pueden ser ni reutilizados, ni se pueden reciclar.
Para no confundirse, diremos que los otros contenedores son los siguientes: amarillo, para los envases; verde, para el vidrio; azul, para el papel y cartón; y marrón, en los municipios donde ya esté implantado, para la materia orgánica (restos de comida y vegetales). En ninguno de ellos debemos tirar material anti COVID.
Casas en cuarentena
Las medidas deben extremarse aún más en los hogares en cuarentena o con personas afectadas por el coronavirus. En estos casos, es preciso tirar toda la basura de la persona afectada por la enfermedad en un único contenedor con cierre hermético, sin separar para reciclaje, introducirlo en una segunda bolsa de basura y tirarlo en el contenedor de fracción resto.
Para más información acerca de la gestión de residuos domésticos en estos casos, es recomendable consultar el anexo sobre la gestión de residuos domésticos del BOE emitido el 19 de marzo, donde se detallan las indicaciones a seguir en los diferentes casos.
En los hospitales, ambulancias, centros de salud, laboratorios, y establecimientos similares, el protocolo es diferente al de los hogares, y se gestionan según una normativa específica dispuesta por las diferentes autoridades autonómicas.
Ni que decir cabe de la importancia de no desechar individualmente este tipo de materiales como si de cualquier basura se tratase, tirando la mascarilla al suelo o en un parque, por ejemplo. El peligro de contagio es alto y está en nuestras manos disminuirlo.