Visto lo visto, las mascarillas nos van a acompañar durante mucho tiempo. Ni el aplanamiento de la curva ni la vacuna nos van a librar de su uso por el momento, ya que convendrá seguir siendo prudentes durante una buena temporada y mantener las normas básicas de higiene y prevención. Por ello, conviene conocer algunos trucos para desinfectar las mascarillas no desechables en casa, y asegurar su eficacia contra los contagios.
Lógicamente vamos a referirnos solo a las mascarillas higiénicas reutilizables, y no a las de un solo uso de cuatro horas de duración, que debemos desechar pasado ese tiempo para garantizar su eficacia. Es importante tener en cuenta que no todas las mascarillas son aptas para ser lavadas y desinfectadas.
Así, para mantener la efectividad de las mascarillas y evitar que se transformen en una vía de contagio más, es necesario limpiarlas y desinfectarlas correctamente tras su uso, ya que en ellas se acumulan microorganismos, tal y como advierten las autoridades sanitarias en la guía del Ministerio de Consumo.
Consejos
Según los consejos de la guía, una de las maneras de higienizar las mascarillas es lavarlas en la lavadora con el detergente habitual, pero con un ciclo de lavado de entre 60º y 90º de temperatura.
También puede desinfectarse con productos autorizados por el Ministerio, y que desinfectan sin necesidad de lejía. En estos casos hay que lavar a mano.
Otra opción es hacerlo con una mezcla de lejía y agua. En este caso, se introducirá la mascarilla en una proporción de 1:50, es decir, 20 ml de lejía por 980 ml de agua fría o tibia, y se dejará sumergida media hora. Luego se enjuagará bien la mascarilla con agua y jabón para eliminar los restos de lejía, y se dejará secar.
Otras prácticas recomendables para asegurar la eficacia de las mascarillas son, por ejemplo, lavarse las manos antes de ponérnosla, manipular la mascarilla solo por las gomas, no dejarla nunca boca arriba cuando nos la quitemos, y guardarla en un sobre mientras no la usemos y antes de recuperarla.
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