Operarse los ojos con cirugía láser
La cirugía láser es una breve intervención no invasiva y sencilla para corregir problemas de visión. Esta intervención no requiere ninguna preparación previa y el paciente puede abandonar la clínica aproximadamente a la media hora con la suficiente visión como para poder desplazarse por su propio pie.
El periodo de recuperación es muy rápido, pudiendo reincorporarse a su actividad normal en algunos casos al día siguiente de la operación, aunque siempre dependiendo de cada paciente. Existen algunas recomendaciones a seguir tales como no maquillarse en la semana siguiente a la intervención o no frotarse los ojos hasta pasado el mes.
Cirugía láser: cómo es la operación
La técnica más sencilla y utilizada más a menudo para remodelar la córnea es el método LASIK por los altos porcentajes de éxito y la rápida recuperación de los pacientes.
En primer lugar, se le coloca al paciente una gota de colirio anestésico en el ojo que va a ser operado gracias a la cual el paciente no siente dolor alguno. Seguidamente, el oftalmólogo utiliza un microqueratomo para realizar un lentículo corneal (corte en la córnea) y aplica el láser para tallar la córnea, tras lo cual vuelve a recolocar el lentículo corneal en su lugar para que cicatrice solo. Durante la operación, la pérdida de la visión no es total, por lo que el paciente puede distinguir algo de manera muy difusa.
Al poco rato de la intervención, el oftalmólogo hará una revisión tras la cual, si todo es correcto, el paciente puede irse a casa. Además, se programarán una serie de revisiones médicas: la primera a las 24 horas, la siguiente a la semana, la tercera al mes y la última a los tres meses. Si está todo correcto en esta última visita se recibe el alta médica definitiva.
Este tipo de intervenciones requieren muy poca medicación postoperatoria, sólo unos colirios y unas lágrimas artificiales que deberán utilizarse durante un breve periodo de tiempo.
Qué problemas de visión corrige la cirugía láser
Los defectos más comunes que se corrigen con la operación láser son la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y la presbicia o vista cansada.
La miopía provoca que la imagen de los objetos se forme delante de la retina en lugar de hacerlo sobre ella. La hipermetropía hace que la imagen de los objetos se forme detrás de la retina. En ambos casos, con la cirugía láser se modifica la superficie de la córnea para que la imagen de los objetos se forme sobre la retina.
En el caso del astigmatismo, la visión distorsionada se produce debido a imperfecciones en la curvatura del ojo. El láser corrige estas imperfecciones. Cuando se trata de presbicia o vista cansada se modifica un ojo para poder ver de cerca y el otro para poder ver de lejos.
La cirugía láser ocular puede también utilizarse en casos de cataratas, retinopatía diabética, glaucoma o desprendimiento de retina.
Técnicas de cirugía láser para los ojos
Como hemos visto, la técnica más utilizada es el método LASIK, pero existen casos en los que la córnea es muy fina o débil para utilizar esta técnica y se utilizan otras como la PRK o también la LASEK. Con la técnica PRK no se separa el colgajo corneal sino que se retira la capa exterior de las células de la córnea con una solución alcohólica. En el método LASEK se utiliza una cuchilla más fina para cortar el colgajo corneal y se aplica una solución de alcohol más agua al ojo para desprender el epitelio.
Por último existe también la cirugía láser Intralasik, que es una mezcla de los métodos LASIK y LASEK. En el Intralasik, el colgajo corneal se corta muy fino con una cuchilla que oscila. No se utiliza la solución alcohólica para desprender el epitelio sino que se hace con una cuchilla de plástico.
Tras la operación, los pacientes con miopía, serán capaces de ver bien, tanto de lejos como de cerca, de un modo cómodo y de manera constante. Los pacientes que sufran hipermetropía dejarán de ver los objetos desenfocados y borrosos y, lo mejor, podrán descansar la vista.
Antes de operarse hay que buscar información
Es muy importante elegir bien el centro donde realizarse la operación de ojos. Hay que visitar y comparar varias clínicas, informarse de la dotación del centro y comprobar que dispone de máquinas de última tecnología. No hay que basar la decisión únicamente en el coste y no hay que decidirse por el primer centro o doctor. Asimismo, es conveniente leer e informarse sobre los centros y profesionales que trabajan en ellos y tener en cuenta las opiniones de personas conocidas que se hayan operado.
El médico deberá informar al paciente sobre la situación de sus ojos y sobre cualquier riesgo que entraña una intervención, además de realizar una revisión completa para asegurarse de que sus ojos son adecuados para este tipo de cirugía. Y es que alrededor de un 15 por ciento de los pacientes que pasan por consulta son considerados “no aptos” para la cirugía láser ocular. Así, los límites de graduación para poder recurrir a la cirugía láser ocular se sitúan entre diez o doce dioptrías para los miopes, cinco para los hipermétropes y sin límite para las personas con astigmatismo.
Otros de los requisitos indispensables son: la madurez del ojo (para lo que el paciente deberá tener como mínimo 18 años, y lo ideal sería más de 21 años, según los expertos), la vista debe ser estable y la graduación de gafas o lentillas no deberá de haber cambiado por lo menos durante el último año. No padecer ningún tipo de patología o tomar medicamentos que no permitan una correcta cicatrización, no padecer blefaritis (inflamación del párpado), ni diabetes, ni patologías oculares, ni haber padecido heridas en la córnea de cualquier tipo.
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